EL PAíS
Trabajo dejó a la CTA sin personería gremial
El titular de la CTA, Víctor De Gennaro, se fue con las manos vacías: sin personería y sin Consejo.
› Por Laura Vales
El Gobierno rechazó otorgarle la personería gremial a la Central de Trabajadores Argentinos. Así lo anunció Carlos Tomada al titular de la CTA, Víctor De Gennaro, durante la reunión que la organización sindical mantuvo en el Ministerio de Trabajo. Tomada sostuvo que existen “impedimentos legales” para acceder a la solicitud porque la ley defiende la unicidad sindical. Según los dirigentes gremiales, el ministro cuestionó que la organización afilie a desocupados, así como el modelo de representación directa de los trabajadores. La CTA acusó a la cartera laboral de haber cedido a las presiones de la CGT.
Visiblemente molesto, al salir del edificio De Gennaro se quejó de que la medida “discrimina a un millón doscientos mil afiliados” y ratificó la convocatoria, a partir del lunes, a una semana de protesta.
El dirigente tenía una segunda razón para mostrarse decepcionado. También el reclamo para que el ministro convoque al plenario del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil quedó sin una definición concreta. El Consejo no sesiona desde diciembre, desplazado por las negociaciones reservadas que iniciaron la CGT y la Unión Industrial.
La entrevista en el edificio de Leandro N. Alem llevó más de tres horas. Tomada estuvo acompañado de su gabinete, mientras que por la CTA concurrió toda la conducción nacional.
La Central había iniciado el expediente de solicitud de su personería gremial luego de una ronda de conversaciones abiertas al inicio de la gestión kirchnerista, cuando el Presidente recibió a su conducción en la Casa Rosada. El sector plantea que existe una contradicción entre la Constitución Nacional –que establece la libertad de los trabajadores para organizarse– y la ley, que concede derechos sindicales plenos sólo al sindicato más representativo.
En respuesta a este reclamo, el Gobierno dio señales de voluntad política de resolver la solicitud e inició negociaciones, en las que puso como condición encontrar una salida que no lo obligase a reformar la ley. Se evaluó incluso la opción de un decreto presidencial, pero finalmente el camino seguido fue el de un trámite normal, con la apertura del expediente. Mientras esas negociaciones avanzaban, los integrantes de la Central tuvieron una nueva señal de respaldo cuando el Ministerio de Trabajo les reconoció su derecho a ocupar un lugar en el Consejo del Salario Mínimo, equiparándolos a la CGT. El rechazo de ayer, al igual que el congelamiento del Consejo del Salario, los regresa al principio del recorrido.
En el encuentro los gremialistas reclamaron un salario mínimo de 760 pesos, el aumento de los planes de empleo a 600 pesos, un salario familiar-universal para ocupados y desocupados y un subsidio solidario para los mayores de 65 años sin cobertura previsional, pedidos que, según De Gennaro “tampoco tuvieron respuesta”.
El titular de la CTA ratificó en ese marco la semana de movilizaciones. La protesta tomará como eje el reclamo por una justa distribución de la riqueza e incluirá una campaña en favor de la democracia sindical. En sintonía con el anuncio de las protestas en 110 ciudades, el gremio referente de la CTA, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), lanzó para el 13 de abril “un paro con movilización en todas las capitales de provincia y una marcha a la Casa de Gobierno”.