Uno de los interrogantes que persistía de cara a las elecciones de octubre quedó develado. El presidente Néstor Kirchner firmó ayer el decreto que reglamenta la convocatoria a internas abiertas, obligatorias y simultáneas en la elección de candidatos a cargos nacionales. Por lo tanto, en alguna fecha que aún debe determinarse entre el 5 de junio y el 14 de agosto próximos, se utilizará por primera vez este sistema de definición de candidaturas, consecuencia de la crisis de 2001 y el “que se vayan todos”.
En la interna abierta de cada partido político o alianza electoral tendrán la posibilidad de participar sus afiliados y los electores independientes –es decir, los no afiliados a ningún partido–. Por otro lado, cada candidato podrá representar a un solo partido político.
“De esta manera estamos despejando las dudas que existen con esta norma que había quedado suspendida. Ahora determinamos el ejercicio de esta norma poniendo reglas claras y precisas”, explicó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en la conferencia de prensa que dio ayer junto al ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Efectivamente, la ley de internas abiertas fue aprobada por el Congreso en 2002 al calor de las protestas que reclamaban una reforma política luego de la caída del gobierno de la Alianza. En 2003 había elecciones presidenciales y las internas abiertas correspondientes fueron fijadas para el 15 de diciembre de 2002. Sin embargo, en octubre, la jueza María Servini de Cubría decidió suspenderlas con el argumento de que, tal como estaban planeadas, el Poder Ejecutivo podía utilizarlas para favorecer o perjudicar a alguna agrupación política.
En los hechos, el fallo le sirvió a Eduardo Duhalde en la pulseada que mantenía por entonces con Carlos Menem. Con las internas suspendidas, el PJ llevó a tres candidatos por separado, estrategia que terminó con Néstor Kirchner en la Casa Rosada.
Ayer, el Presidente firmó la reglamentación de la ley, otorgando el marco legal para que se realicen los comicios. La norma establece que la convocatoria debe concretarse entre los 70 y los 140 días anteriores a las elecciones, en este primer caso, las del 23 de octubre. En los próximos días el Gobierno anunciará el decreto con la fecha específica. Ayer en la Rosada hablaban del domingo 7 de agosto como la alternativa más factible.
Una de las especulaciones que se hacía en torno del anuncio fue que la falta de precisión respecto de la fecha era una estrategia del Gobierno para mantener las negociaciones abiertas dentro del conflictivo PJ bonaerense con su abanico de candidatos estrella que incluye a Cristina Kirchner y, ahora, al propio Duhalde. En la Casa Rosada lo desmentían.
El decreto sirvió para calmar las ansiedades de algunos sectores políticos que le reclamaban al Ejecutivo una definición sobre el tema. Por ejemplo, la semana pasada, la UCR había pedido la “urgente convocatoria” a internas abiertas.
Los ministros Fernández aseguraron que las juntas electorales de cada partido tendrán protagonismo en el proceso: serán las encargadas de recibir la inscripción de las listas de precandidatos y también de las de candidatos que sean proclamados directamente por los partidos.
La fecha de presentación de estas boletas con los precandidatos y los candidatos será 30 días antes de la que se fije para la interna. Volviendo a la especulación que ayer ubicaba los comicios para el 7 de agosto, la presentación de las listas cerraría entonces el 7 de julio, lo que acelerará el cronograma en varios distritos en los que todavía no comenzaron las discusiones electorales.
Los padrones especiales que se utilizarán en los comicios serán elaborados por los juzgados electorales de cada distrito, donde estará detallado si el empadronado está afiliado a algún partido y cuál es. Luego, los padrones se publicarán en Internet para que puedan ser consultados.