EL PAíS
› EL DUHALDISMO BUSCA UN ARMISTICIO EN LA PROVINCIA
Negociación, divino tesoro
El duhaldismo especula con una negociación protagonizada por Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde. Los felipistas no quieren quedarse afuera e insisten con que “la mesa tiene que tener tres patas”.
› Por Miguel Jorquera
Después de tantos preparativos bélicos, la pelea en el PJ bonaerense gira ahora en torno de una posible negociación que selle un acuerdo para alcanzar la paz. El duhaldismo aspira a que el armisticio lo firmen el presidente Néstor Kirchner y el propio Eduardo Duhalde, con la elaboración de una lista consensuada de candidatos a legisladores nacionales para las elecciones de octubre. En tanto, los felipistas, envalentonados por haber puesto en aprietos a la “poderosa” estructura partidaria del ex presidente –con la apuesta fuerte a la candidatura a senadora de Cristina Fernández de Kirchner–, aclaran que “la mesa tiene que tener tres patas”, en clara referencia a la participación del gobernador Felipe Solá en cualquier negociación por los cargos nacionales, pero afirman que “no hay marcha atrás” en la disputa territorial.
La posibilidad de un acuerdo entre Kirchner y Duhalde “es lo mejor que le puede ocurrir al peronismo”, dijo José María Díaz Bancalari, el duhaldista que preside el PJ bonaerense, después de las demostraciones de fuerza que, por un lado, hizo su línea interna en La Matanza con Chiche Duhalde a la cabeza y, por otro, realizó Solá en Mar del Plata junto a sectores kirchneristas. Para el jefe de la bancada justicialista en la Cámara de Diputados, la ruptura del peronismo sería “doblemente nefasta. Primero porque se rompería una relación de afecto y segundo porque tanto Duhalde como Kirchner tendrían que dejar por sobre cualquier interés (personal), los intereses de la Nación”.
Díaz Bancalari, que formará parte de la comitiva con la que el Presidente emprenderá hoy una visita oficial a Alemania, también auguró que “el peronismo tiene garantizado por sí el triunfo en la provincia”, aunque prefirió “no hablar de candidatos, cuando se sepa quiénes son los candidatos, hablemos”.
Para la ultraduhaldista Graciela Camaño, el acuerdo entre Duhalde y Kirchner por la candidatura de Cristina “es un escenario que no tenemos previsto, por lo menos entre quienes participamos de la línea Lealtad. Pero estamos predispuestos a aceptar la estrategia de quien conduce la línea, no desde lo formal sino desde lo real”. De esta forma, Camaño dejó en claro que la decisión final será de Duhalde, pero insistió en que Chiche “es la persona que reúne las mejores condiciones para representar a la provincia”.
Los felipistas, eufóricos por estos días, insisten con la imagen de la “mesa de tres patas” para cualquier negociación. “Probablemente no habrá una foto de tres, pero Kirchner llamará a unos y a otros para pedir apoyo a la lista de candidatos nacionales, que elaborará el propio Presidente”, dijo a Página/12 uno de los armadores políticos de Solá.
Para los hombres del gobernador, existen tres puntos por los cuales Solá no quedará marginado: “Primero porque la comunidad con el discurso del Gobierno es de nosotros y no del duhaldismo que esmerila la posible candidatura de Cristina Fernández, critica la actitud del Gobierno sobre (el ex obispo castrense) Baseotto, o viaja al Vaticano para las exequias del Papa cuando Kirchner decide no ir. Segundo, porque gobernamos la provincia. Y tercero porque el duhaldismo cuestiona el poder del Presidente poniendo trabas y condicionando la ayuda”. En lo que “no hay marcha atrás” para el felipismo es en la disputa territorial: “Nosotros vamos a acompañar la voluntad del Presidente, pero en la provincia le vamos a pelear todos los cargos al duhaldismo”, insistió el vocero de Solá.