El juez en lo penal económico Julio Speroni benefició a Carlos Menem con la “falta de mérito” en la causa que investiga su presunto enriquecimiento ilícito en el marco del contrabando de armas, con el argumento de que no existen elementos suficientes para procesarlo ni tampoco para sobreseerlo. La medida alivia en parte la situación judicial del ex presidente, quien de todos modos tendrá que seguir recorriendo los tribunales: aún se lo investiga por el desvío de armamento a Croacia, por el supuesto pago de sobreprecios en la construcción de las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz y por no haber declarado una cuenta bancaria en Suiza, un caso por el que está citado a comparecer el martes próximo ante el juez Norberto Oyarbide.
Aunque Menem tomó como buena la noticia de la “falta de mérito” que recibió a su regreso de los funerales de Juan Pablo II en Roma, mucho mejor le fue a Domingo Cavallo: en el caso del ex ministro de Economía, investigado también por enriquecimiento ilícito en la misma causa, Speroni dispuso su sobreseimiento y así lo desvinculó definitivamente del caso. La diferencia entre una resolución y la otra no es menor, ya que la referida al ex mandatario implica que si el magistrado recoge pruebas que lo vinculen con el delito que se le atribuye, puede volver a comprometerlo en el expediente.
La causa por presunto enriquecimiento ilícito viene de la época en que la investigación por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia estaba a cargo del juez federal Jorge Urso. Entonces, el magistrado abrió, a pedido del fiscal Carlos Stornelli, un expediente paralelo para tratar de establecer la “ruta del dinero” que se cobró por la operación. El caso pasó después a manos de Speroni, quien en su momento dictó el sobreseimiento de Menem y también de Cavallo. El magistrado tuvo que volver sobre sus pasos porque la Cámara federal revocó sus resoluciones y le ordenó que siguiera investigándolos.
Apenas conocida la resolución de Speroni, el sobrino del ex presidente y diputado nacional Adrián Menem emitió un comunicado en el que alabó su decisión. En el texto criticó además a quienes quieren “endilgarle” a Menem “delitos que no ha cometido, como estrategia de descrédito político”.
Menem estuvo en el despacho el 31 de marzo pasado. Entonces, negó todos los cargos que se le imputan y aseguró que desde que abandonó la Presidencia en 1999 no adquirió ningún bien. Sobre el lujoso chalet de Belgrano donde reside, afirmó que pertenece a “una sociedad cuya presidencia ejerce mi hija”, Zulemita, “que me autorizó a habitar la casa”. Lo que admitió fue que sus ministros sí recibían dinero reservado que usaban según su “ética” y “libre albedrío”, en virtud de lo dispuesto por una ley secreta.
Aunque al menos por ahora no tendrá que rendir cuentas ante Speroni, la semana que viene deberá declarar ante Oyarbide por la cuenta en Suiza que omitió incluir en su declaración de bienes. Al ex presidente también lo espera Urso por el caso de los sobreprecios en la construcción de los penales de Marcos Paz y Ezeiza.