Cuadro:
Hay fans del Che Guevara, de Maradona o de Los Beatles. Pero es raro encontrar en estos parajes a un devoto de Napoleón Bonaparte. Salvo que uno se tope con Roy Cortina. El legislador del socialismo porteño es un fanático empedernido del hijo de la isla de Córcega. Tanto que, a pesar de estar ocupado en que salga la demorada Ley de Comunas –es, al fin, el presidente de la Comisión de Descentralización–, les advierte a propios y extraños que, pase lo pase, a la noche debe estar frente al televisor para ver la serie sobre Bonaparte. Pero su locura llega a más que la del propio militar: ni familiares ni ídolos de la política, en su despacho lo que ostenta es un cuadro del gran derrotado de la batalla de Waterloo.

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La vida te da sorpresas:
El fiscal Paulo Starc, que investiga los sobresueldos durante el menemismo, no deja de llevarse sorpresas. Días atrás se topó con Enrique N’Haux, el ex asesor del Banco Nación que, a través de su flamante libro Maquiavelo no conoció a los argentinos, aportó datos sobre el mecanismo de reparto irregular de dinero. ¿Cuál fue la sorpresa que esta vez se llevó Starc? Más que la dedicatoria por “lector obligado” que le escribió el arrepentido, fue el reclamo de éste, que le hizo por los 25 pesos que vale el ejemplar. El fiscal, obviamente, creía que se lo habían regalado.

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Los Ases de Osaka:
Después de Lerner, Baglietto y Spinetta, a la Casa Rosada llegará para ofrecer su música Charly García, tal como adelantó ayer Página/12. Será, en definitiva, cumplir con un deseo de Néstor Kirchner. Claro que el interés que despierta el ciclo “Música en el Salón Blanco” hace que a veces sean los artistas los que piden turno para tocar. La solicitud más llamativa llegó por carta, firmada por el intendente de la ciudad japonesa de Osaka, Isamu Kimura. En la epístola, le ofrecía al vocero presidencial, Miguel Núñez, la música del quinteto Los Ases de Osaka para “rendir culto al tango rioplatense”.

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Hipótesis de guerra:
No deja de trabajar. Ni siquiera cuando va a la farmacia de Osecac. La última semana, mientras compraba un perfume, a metros de la sede del gremio de comercio de la calle Moreno, Armando Cavalieri y un amigo blandían distintas hipótesis sobre cómo seguir la batalla con Hugo Moyano. Se sabe: entre el líder de los mercantiles y el de camioneros hay una guerra desatada por la representación de los trabajadores vinculados con los supermercados.

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Aclarando:
Su extremado bajo perfil le ha permitido transitar por la Casa Rosada sin demasiados sobresaltos, aun sabiendo que como coordinador general de la Unidad Presidente es un hombre clave para el armado territorial del kirchnerismo. Eso sí, Juan Bontempo no dudó en hacerse escuchar para aclarar algunos datos suyos, que erróneamente han publicado los medios. Primero, que no es de Mendoza –aunque vivió siete años allá– sino de Comodoro Rivadavia. Segundo, que a pesar de su encolumnamiento con el Presidente, no es de Racing sino de River. Más aún: fanático de River. Claro, no parece haber sido el momento oportuno para la aclaración: es probable que Kirchner –fanático, pero de la Academia– lo llame hoy para cargarlo por la derrota millonaria frente al maltrecho San Lorenzo.

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A confesión de parte:
Tiempo atrás fue compañera de fórmula de Alberto Pierri, cuando el ex dueño de La Matanza aspiraba a gobernar la provincia de Buenos Aires. Pero su ingreso al Congreso fue a través de las listas de Aldo Rico. La última semana se la vio comprando galletitas en un quiosco próximo al recinto. Y le legisladora Mirta Pérez no pudo evitar la confesión: “Tengo que comprarlas yo: es el derecho de piso que me hacen pagar para poder ingresar al bloque del PJ”.

* Colaboraron: S. Rodríguez, N. Veiras, V. Ginzberg, A. Meyer.