EL PAíS
› AVANZA EL FIDEICOMISO ENTRE LA ARGENTINA Y CUBA
Con La Habana a la vista
› Por Martín Piqué
Con la discreción de la diplomacia, el Gobierno sigue preparando el viaje presidencial a Cuba. El embajador en La Habana, Darío Alessandro, fue citado a Buenos Aires para el lunes próximo. El miércoles, dos directivos del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), el director Hugo Guerrieri y el gerente de finanzas José Luis Fortino, volaron a la isla. Allí se les unió el gerente de la sucursal Panamá del Banco Nación, Jorge Luis Volpini. Los funcionarios tienen como objetivo preparar el fideicomiso por 100 millones de dólares que firmarán ambos países. El fideicomiso servirá como marco para que Cuba adquiera alimentos y otros productos industriales –como vagones ferroviarios, que la administración de Fidel Castro pretende modernizar– en compensación por la compra masiva de vacunas y otras medicinas que hará la Argentina.
Según la agenda que están trabajando en la Cancillería, susceptible de cambios, el viaje del presidente Néstor Kirchner está previsto para el martes 31 de mayo, miércoles 1º y jueves 2 de junio. Sin embargo, la fecha aún no está confirmada. Tampoco está claro si la comitiva estará integrada por empresarios, aunque algunas versiones previas apuntan en ese sentido. En los últimos años Cuba se ha convertido en una pieza deseable dentro del comercio mundial, a pesar del bloqueo estadounidense: los países europeos suelen asociarse al Estado cubano para emprendimientos ligados, sobre todo, con el turismo.
Para avanzar en el comercio bilateral, que ya es bastante importante, los dos gobiernos optaron por suscribir un fideicomiso. El recurso de impulsar un fondo fiduciario entre los bancos estatales de ambos países –BICE y Banco Nación por la Argentina, el Banco Nacional por Cuba– es estratégico: permitirá concretar las operaciones comerciales sin que se vean afectadas por la abultada deuda que La Habana contrajo a principios de los ’70, durante el gobierno de Héctor Cámpora. Esa deuda corresponde a créditos por mil millones de dólares que el entonces ministro de Economía, José Ber Gelbard, otorgó a la isla para financiar la compra de automóviles de las filiales argentinas de Chrysler, General Motors y Ford.
Fidel Castro espera negociar alguna quita: será uno de los temas obligados en una eventual reunión con Kirchner. Otro de los asuntos obligados será obviamente la situación de la neurocirujana Hilda Molina, quien perteneció al Partido Comunista de Cuba y luego se convirtió en referente de la oposición. Molina pidió el asilo político y llegó a entrar en la embajada argentina en La Habana, en un episodio confuso que generó suspicacias. El Gobierno sabe que es un caso muy complejo y piensa tratarlo con extremo cuidado y mucho tacto. “En público, con Molina no va a pasar nada”, pronosticó ayer un miembro de la Cancillería.