EL PAíS
› ESTRATEGIAS Y ALIANZAS DE LOS DIPUTADOS QUE TERMINAN SU MANDATO EN DICIEMBRE
El futuro de las bancas de la izquierda
Quienes ingresaron a la Cámara baja en diciembre de 2001 se acercan al final de su período. Muchas de las agrupaciones que llevaron a sus bancas a legisladores de izquierda o centroizquierda se redujeron o desaparecieron. Las estrategias de los miembros de ese espacio. Alianzas y competencias mutuas.
› Por Eduardo Tagliaferro
Las vueltas de la política suelen ser inexplicables. Tan impredecibles como pensar un futuro a cuatro años, tiempo de duración de los mandatos de los diputados nacionales. Quienes ingresaron a la Cámara baja en diciembre del 2001, apenas días antes del estallido que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa, se acercan al final de su período. Con el cambio de contexto político también desaparecieron, o quedaron reducidas a su mínima expresión, muchas de las agrupaciones que los llevaron a sus bancas. En momentos en los que el peronismo domina la escena política con una exclusividad hegemónica parecida a la que supo caracterizar al PRI mexicano, la mayoría de las voces que critican al Gobierno desde la izquierda, el centroizquierda o el progresismo se acercan al final de su mandato. El próximo 10 de diciembre, entre otros, terminan su actual mandato los socialistas Héctor Polino y Jorge Rivas, el ex trotskista Luis Zamora, Patricia Walsh, de Izquierda Unida, Alicia Castro, de Frente para el Cambio, Mario Cafiero, de Coincidencia Popular, el transversal Francisco “El Barba” Gutiérrez, las aristas Laura Mussa y Marcela Rodríguez. La breve pincelada de nombres no deja duda de que el espacio de la oposición se verá reducido y que competirá electoralmente entre sí.
De este espacio, los miembros del ARI son los que aparecen con perspectivas más claras. En lo correcto, o no, insisten tanto en la cámara como en los próximos armados electorales, con una distintiva política de diferenciación. Alentados por algunas encuestas que ubican a su líder Elisa Carrió con un alto grado de adhesión entre los electores de la ciudad de Buenos Aires, no figura en sus planes ningún tipo de alianza electoral. Algo que, hoy por hoy, aparece como un verdadero rompecabezas para el resto de las agrupaciones.
Los socialistas renuevan a muchos de los suyos. De los seis diputados que integran su bancada, sólo el santafesino Eduardo Di Pollina continúa hasta el 2007. Los bonaerenses Rivas y Ariel Basteiro, los porteños Héctor Polino y María Elena Barbagellata, así como el cordobés Eduardo García terminan su mandato el próximo 10 de diciembre. Por cierto que el escenario más hostil y en el que se dirime la gran batalla es el de la provincia de Buenos Aires. Allí el socialismo tiene pendiente de resolución cuál será su política de alianzas. En la última elección se presentó en frente con la agrupación Izquierda Unida. Luego de algunos sondeos con el radicalismo, el socialismo definirá el tema en una reunión que tendrá con la mesa de IU.
Desde Izquierda Unida, en diálogo con este diario, el dirigente del Partido Comunista, Patricio Echegaray, señaló que “jerarquizamos la presencia del Partido Socialista en acuerdo con IU”. Para Echegaray se trata de sortear “el intento del gobierno de marginar políticamente a la izquierda”. En su análisis, desde la Rosada se alienta una oposición de centroderecha o de derecha, para seguir utilizando un discurso que podría encasillarse dentro de los mensajes tradicionales de la izquierda.
En la Capital, el panorama de los socialistas aparece más complicado. En las últimas elecciones se presentaron en alianza con la agrupación de Aníbal Ibarra. En este momento discuten si presentarse solos o en algún frente. Dentro de la interna porteña de los socialistas, el nombre más instalado para candidatura es el de Héctor Polino. La única voz disonante es la de Norberto La Porta, que aspira a una banca nacional. Actualmente le restan dos años para concluir su mandato como legislador porteño y, si finalmente ocupara un escaño como diputado nacional, el socialismo perdería su banca como legislador porteño. Si precisamente hubiera una interna, ésta sería entre Polino y La Porta.
Dentro de Izquierda Unida hay consenso para que en la ciudad su candidata sea Patricia Walsh. Aquí la IU apuesta a un frente con otras fuerzas de izquierda. Apurados por los tiempos, aparece como altamente improbable que la idea lanzada a correr por el Partido Obrero de realizar una interna abierta pudiera concretarse. Entre otras cuestiones, por la imposibilidad material de confeccionar el padrón con el que debería hacerse esa elección.
El más impredecible para los partidos de izquierda es Luis Zamora. El legislador se ha diferenciado durante los cuatro años de su mandato. Luego de versiones que señalaban su retiro como candidato, todo indica que su agrupación ha comenzado a moverse activamente para presentarse con candidatos propios, es decir, el propio Zamora, en los comicios de renovación parlamentaria.
En el escenario de la provincia de Buenos Aires, la Democracia Cristiana, el Partido Socialista Auténtico, el Partido Comunista Revolucionario y el Frente para el Cambio están dando carnadura a la agrupación Coincidencia Popular. “Todavía no definimos candidaturas. Por el momento estamos conversando con Izquierda Unida y otras agrupaciones”, dice a Página/12 Mario Cafiero, uno de los hombres de Coincidencia Popular. A la hora de definir el perfil político de cara a las próximas elecciones, Cafiero no tiene dudas: “Kirchner nos robó el discurso pero no cambió el modelo”. A este diagnóstico le agrega la actual política internacional impulsada por el canciller Rafael Bielsa –quien ponderó el ALCA y tensó la relación con Brasil–, el manejo de la deuda externa y la profundización de la desigualdad en la distribución de la riqueza.
Del interbloque que lidera el porteño Miguel Bonasso, finalizan su mandato Francisco “El Barba” Gutiérrez, Daniel Carbonetto y José “Cuero” Roselli. Cercano a los movimientos sociales, Roselli aparece más lejano que los otros dos para renovar su banca. Llegó a la Cámara baja junto a Luis Zamora. Referenciado por el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Roselli hoy no cuenta con una fuerza política que impulse su candidatura. A primera vista algo similar ocurriría con Gutiérrez y con Carbonetto. Salvo que El Barba está muy cercano al armado que por estos días impulsa el gobernador bonaerense Felipe Solá. Incluso hay quienes no descartan que pudiera tener un lugar en las futuras listas de diputados que impulse el Frente para la Victoria. Claro que al igual que en otros temas, la última palabra la tendrá el presidente Néstor Kirchner.