Cristina Fernández de Kir-chner fue distinguida ayer por Universidad Hebrea con el título de “miembro honorario”, por su contribución a la defensa de los derechos humanos y su compromiso en la investigación de los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires. Como parte de su visita a Medio Oriente, la senadora tendrá hoy una cargada agenda política que incluye entrevistas con el presidente, el premier y ministros del gobierno israelí, en medio de una jornada de protesta impulsada por colonos judíos que se niegan a abandonar territorios palestinos ocupados.
El presidente de la Universidad, Monachem Magidor, entregó la distinción a la senadora, a quien calificó como “una luchadora por los derechos humanos” y una “figura de relieve” que apoyó los esfuerzos por esclarecer los atentados contra la sede diplomática israelí y el edificio de la comunidad judía en Buenos Aires. Con un discurso centrado en la revaloración de la Justicia, Cristina Kirchner confesó a los estudiantes y docentes universitarios que “muchas veces (los argentinos) nos negamos a tener memoria” y señaló que “mucho tenemos que aprender del pueblo judío”. Además destacó la iniciativa del gobierno que encabeza su marido, Néstor Kirchner, para anular las denominadas leyes del perdón.
La delegación argentina, conformada también por el embajador en ese país, Atilio Molteni, y el cónsul en Nueva York, Héctor Timerman, pasó casi toda la jornada en el campus universitario, enclavado sobre un monte desde el que se divisa toda la ciudad de Jerusalén. Allí, la senadora compartió una cena y una reunión con Magidor y el rector de la universidad, Haim Rabinovich. Con ellos dialogó sobre los proyectos de ciencia aplicada que promueve la universidad fundada por Albert Einstein, Sigmund Freud y Martin Buber, entre otros científicos y humanistas judíos. Rabinovich, docente, científico e inventor del popular tomate “cherry”, se explayó sobre los trabajos que desarrolla la universidad sobre el denominado “Mal de Alzheimer” y otros relacionados al “bien común”.
Pero un pequeño inconveniente obligó a la senadora a acortar su visita a la universidad y cancelar las reuniones pactadas con estudiantes argentinos y la organización de derechos humanos Minerva. Cristina Fernández fue atendida en la misma universidad por una úlcera en el ojo derecho, donde le aplicaron un parche para protegerlo. Un problema que no alteró su humor. Ante los prestigiosos académicos dijo que “en la Argentina ahora las mujeres usan la moda del ojo tapado” y frente al auditorio universitario arriesgó que “algún semanario sensacionalista seguro va a decir que mi marido me pegó o que me hice alguna cirugía”.
Hoy comenzará la agenda política de la gira. A pesar de ser un día cargado de tensión, por los cortes de ruta que promoverán los colonos judíos que se niegan a desalojar los territorios ocupados, la senadora será recibida en varias audiencias por las principales figuras políticas de Israel. Primero con el ministro de Industria y Comercio, Ehud Olmert; luego por el presidente, Moshe Katsau, y el premier Ariel Sharon.