EL PAíS
› SUFRIO UNA INDISPOSICION GASTRICA
De Vido, internado
Se descompuso a la vuelta de un acto de Chascomús. Quedó internado y hoy volvería a su casa.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, fue internado ayer en un policlínico de Belgrano a raíz de una indisposición gástrica que sufrió en el helicóptero que lo traía desde Chascomús, en donde participó en un acto junto al presidente Néstor Kirchner. Luego de la preocupación inicial, el ministro evolucionó favorablemente. Según sostuvieron sus voceros, por la noche se encontraba “muy bien”. Sin embargo, como De Vido es diabético, los médicos consideraban que por precaución era conveniente que se quedara una noche internado en observación.
Desde Presidencia informaron que Néstor Kirchner se comunicó por la tarde con la familia de De Vido para “poner a disposición” todo lo que su funcionario y amigo pueda requerir. Además, encomendó al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y a su vocero Miguel Núñez para que sigan de cerca la evolución de la salud del ministro. El cuadro que le comunicaron anoche al Presidente fue que lo más seguro era que De Vido hoy podría volver a su hogar.
La única funcionaria que habló en público del tema fue la presidenta del Banco Nación, Felisa Miceli, quien aseguró, en Casa de Gobierno, que el ministro de Planificación se había estabilizado tras su ingreso al policlínico.
De Vido fue trasladado en automóvil al Instituto Fleni apenas bajó en Puerto Madero del helicóptero de Prefectura en el que se descompuso. Una vez en el policlínico fue internado en una habitación del octavo piso, hasta donde enseguida se acercó el secretario de Comunicaciones, Guillermo Moreno, el primer funcionario en ir a verlo. El ministro se sometió a varios estudios, con resultado satisfactorio, según comunicaron sus voceros.
De acuerdo con la información que se manejaba en la Casa Rosada, De Vido comió durante el día algo que le cayó mal, cuadro que desembocó en la descompostura que sufrió durante su viaje de retorno. A un paciente normal, explicaban en Gobierno, se le recetarían medicamentos y antidiarreicos, reposo por unos días y una dieta para la recuperación. Pero tratándose de un diabético, que para más adquirió la enfermedad ya de adulto, el cuadro se volvía un poco más delicado y necesitaba de mayor atención. El ministro tiene un médico de cabecera, que era quien ayer permanecía a cargo de su atención en el policlínico de Belgrano.