EL PAíS
› MACRI Y LOPEZ MURPHY ASESORADOS POR DOS FIGURAS CERCANAS A MENEM
Bajo la larga sombra del menemismo
Uno, contratado, es el ecuatoriano Durán Barba, que asesoró a Menem en 2003 e impulsó dolarizar su país. El otro es el ex funcionario Jorge Castro, “pensador” oficial de los noventa.
› Por José Natanson
El miércoles pasado, Ricardo López Murphy y Mauricio Macri lanzaron un frente con la idea de construir un polo de centroderecha republicano y democrático, que contraste con el pasado autoritario de los viejos líderes conservadores y que marque diferencias con los desbarajustes institucionales de los ’90. El gran problema es el contagio menemista, y no es un problema abstracto. Entre los asesores más influyentes de la nueva alianza se encuentran dos personajes con vínculos innegables con el ex presidente: Jaime Durán Barba, un politólogo que impulsó la dolarización en Ecuador y que asesoró a Menem en las presidenciales del 2003; y Jorge Castro, el ex secretario de Planificación Estratégica del riojano, que no integra el nuevo espacio pero que se define como “muy amigo” de Macri y López Murphy.
Ayuda ecuatoriana
Profesor asociado de la George Washington University y ex director de Flacso, Durán Barba es un reputado consultor político, que desde 1979 dirige Informe Confidencial, la encuestadora más importante de Ecuador. Fue ministro de la Presidencia de Jamil Mahuad y cumplió un rol clave en las conversaciones de paz con Perú y en el diseño de la nueva política económica, que hizo de la dolarización una receta mágica para superar la crisis. Aunque durante un breve período el resultado fue bueno, en los años siguientes la rigidez monetaria comenzó a generar todo tipo de problemas. Ecuador, convertido en conejillo de Indias del experimento que algunos neoliberales trasnochados querían aplicar en Argentina, perdió cualquier posibilidad de ejercer una política monetaria autónoma, congeló la fotografía social y desactivó la integración con cualquier país que no sea Estados Unidos.
Con estas credenciales, Durán Barba comenzó a asesorar a Carlos Menem en el 2003, luego de que algunos amigos del riojano se deslumbraran con su exposición en el Seminario Internacional de Management Político. Faltaba menos de un mes para las elecciones presidenciales y el ecuatoriano alcanzó a mantener algunas conversaciones con Menem. El 27 de abril, el día de los comicios, esperó con Menem los resultados en el Hotel Presidente.
Uno de los mayores expertos latinoamericanos en comunicación política, Durán Barba comenzó a trabajar junto a Macri después de las elecciones para jefe de Gobierno del 2003. Lo asesoró en los últimos meses, durante los cuales el empresario dudó entre la conveniencia de asociarse con López Murphy y las ventajas de insistir con un proyecto solista que le permitiera apuntar a un sector de los votantes peronistas. Su influencia es silenciosa pero importante. Durán Barba y Macri rara vez se ven en público, pero conversan seguido: en el entorno del empresario aseguran que sus consejos fueron clave para la decisión de apurar la nueva alianza.
Táctica y estrategia
Abogado, periodista (fue director adjunto de El Cronista), profesor de la Universidad del Salvador y de la Escuela de Defensa, Jorge Castro asumió como secretario de Planificación Estratégica en 1998, luego de seducir a Menem con una serie de propuestas audaces como la dolarización y el ingreso al ALCA. Castro integraba el Grupo Segundo Centenario, “un centro de reflexión para la acción política” fundado en 1995 del que participaban, entre otros, Enrique N’Haux, el cavallista arrepentido que escribió una novela contando el pago de sobresueldos.
Castro acompañó a Menem hasta el final de su mandato y durante el gobierno de la Alianza fue acusado de “administración fraudulenta” por la Oficina Anticorrupción. Diez días antes de que concluyera el mandato, Castro había pedido a la Jefatura de Gabinete 88.500 pesos para organizar dos seminarios y 34.080 pesos para imprimir 12 mil ejemplares de su libro Cinco prioridades nacionales. Según la denuncia, los eventos terminaron financiados por empresas privadas mientras que el libro –de acuerdo con la Sigen– no pudo ser encontrado ni en la Biblioteca Nacional ni en las librerías.
Lector voraz, expositor hábil e inteligente, Castro siguió militando en el menemismo. Escribió La gran década, una defensa de la gestión del riojano con citas de intelectuales insospechados de menemismo como Juan Carlos Portantiero y Vicente Palermo. Y es coautor, junto a Pascual Albanese, de Globalización y justicia social. El peronismo que viene, presentado por el ex presidente en abril del 2003, quince días antes de las elecciones. Siempre cerca de Menem, Castro sonaba como posible canciller de su tercer mandato.
Consultado por Página/12, el ex funcionario aseguró que no forma parte del nuevo frente de centroderecha, pero se definió como “muy amigo” de López Murphy y Macri. Suele compartir seminarios con el ex ministro delarruista, como el organizado en Rosario por la Fundación Libertad, y cada tanto se reúne para conversar con él. Según dicen en el entorno de los candidatos, López Murphy y Macri lo escuchan con atención.
Alerta Menem
El frente entre Recrear y Compromiso para el Cambio se propuso romper la tradición de la derecha argentina, liderada históricamente por dinosaurios comprometidos con las gestiones militares como Alvaro Alsogaray. Macri era muy joven durante la última dictadura y López Murphy, aunque fue funcionario, ocupó un cargo de segunda línea y siempre dijo defender los valores democráticos. Al mismo tiempo, los dos líderes centroderechistas han intentado marcar diferencias con la degradación institucional menemista. Y, aunque quizás se trate de una apelación tardía, los temas republicanos forman hoy parte esencial del discurso de la nueva alianza.
En este contexto, la influencia silenciosa de Durán Barba y Castro se suma a la presencia en el acto del miércoles pasado de Inés Pérez Suárez y Diego Guelar, y a las posibles alianzas con ex socios políticos de Menem como Jorge Sobisch y el ex comisario acusado de torturas Luis Patti. Aunque Menem permanece refugiado en su feudo riojano, su sombra se proyecta sobre el nuevo frente de centroderecha.