La Justicia contravencional porteña dispuso ayer la clausura del Hotel Bauen. La decisión, que se concretó luego de una serie de inspecciones libradas contra el hotel recuperado durante los últimos meses, responde a la falta de habilitación por parte de la cooperativa. Sin embargo, los trabajadores consideraron que se trató de “un atropello político”, ya que la precariedad de su situación responde al rechazo de los legisladores porteños para aprobar la expropiación. Ante este cuadro, los trabajadores convocaron a una marcha a Plaza de Mayo para el 14 de junio.
El planteo realizado por los empleados del Bauen llegó al gobierno porteño. Allí, el jefe de Gabinete, Raúl Fernández, había acordado frenar las inspecciones hasta que la cooperativa pudiera obtener la titularidad y regularizar su situación. Sin embargo, a raíz de una denuncia realizada por Mercotel SA –una empresa fantasma que los trabajadores les atribuyen a los ex dueños de la firma– se dispuso la clausura. Según informó el presidente de la cooperativa, Marcelo Ruarte, la medida les impide tomar nuevas reservas, pero respetará los compromisos que el hotel había contraído hasta la semana pasada. La excepción, sin embargo, afectará su funcionamiento normal, poniendo en una situación cada vez más frágil a los trabajadores, quienes a pesar de las dificultades recuperaron 170 de las 240 habitaciones y lograron generar 80 nuevos puestos de trabajo.