Mauricio Macri negó haber tenido roces con Ricardo López Murphy. “Hemos convivido y nos hemos manejado perfectamente bien”, dijo ayer. Las relaciones en la alianza de centroderecha, agregó, son “una demostración de tolerancia y pluralismo”. El empresario buscó relativizar de esta manera las diferencias internas surgidas sobre la integración de las listas de la Capital y provincia de Buenos Aires reveladas ayer por Página/12. Macri aprovechó para pegarle a Patricia Bullrich: “Podría estar perfectamente en nuestro espacio”, dijo, pero hay “diferencias de códigos”.