En una nueva jornada nacional de protesta, una veintena de agrupaciones piqueteras cortaron el Puente Pueyrredón por 24 horas. La medida, a la que se le sumaron distintas movilizaciones en todo el país, además de reiterar el aumento a 350 pesos mensuales de los planes sociales, buscó reafirmar el acuerdo de unidad entre los distintos movimientos de desocupados. Así lo dejó sentado el líder del Polo Obrero, Néstor Pitrola, que consideró a la movilización como “una demostración de fuerza orientada a rechazar la burda maniobra de intentar cambiar el eje del debate”.
La afirmación hacía clara referencia a las críticas vertidas hace dos semanas por Néstor Kirchner contra los cortes de ruta, que terminaron transformándose en uno de los ejes de la jornada. En lo que varios dirigentes dieron a entender como una “respuesta al Presidente”, el plan de lucha logró reunir al amplio abanico de agrupaciones, entre ellas el MTD Aníbal Verón, el MST Teresa Vive, el Frente Popular Darío Santillán y la Corriente Clasista y Combativa. Además de reclamar la universalización de un subsidio para los desocupados de 350 pesos, las organizaciones exigieron la creación de puestos de trabajo genuino y la liberación de los detenidos en protestas sociales. Según informaron representantes del PO, durante la tarde recibieron un llamado del Ministerio del Interior. El gesto fue reivindicado por los dirigentes porque se trató de la primera vez que el Gobierno muestra intención de abrir los canales de diálogo.