El senador y ex gobernador santafesino Carlos “Lole” Reutemann acuñó un chiste reciente. Entre sus íntimos anda diciendo: “¿Viste que ahora somos de izquierda?”. El ex piloto de F-1 referencia así su relativamente flamante acuerdo con Néstor Kirchner, quien hoy aterrizará –de no mediar contratiempos– en la ciudad de Santa Fe. Hará lo que hace siempre cuando visita al interior (llevar planes y financiación para obras públicas) y, en esta oportunidad, tratará de finiquitar una operación política: el Presidente emplazará a la vicegobernadora María Eugenia Bielsa para que defina si acepta o no ser la primera candidata a diputada. La urgencia tiene que ver con la falta: los sondeos indican que el socialista ex intendente de Rosario Hermes Binner, en alianza con la UCR, lleva todas las de ganar en octubre.
Los principales asesores presidenciales tienen un mal pronóstico respecto del tercer distrito electoral del país. A la carencia de candidatos propios, la imagen de Binner (un socialista que no puede ser considerado enemigo del Presidente) se afianza en toda la provincia. Binner fue quien obtuvo mayor cantidad de votos en la elección para gobernador de 2003. Casi duplicó a los que obtuvo el actual gobernador, Jorge Obeid, quien fue electo gracias a la treta de la Ley de Lemas, que dio el triunfo al justicialismo. Afortunadamente, dicha ley fue derogada.
“Los socialistas están haciendo todo para ganar, es la primera vez que los veo tan decididos”, relata a Página/12 un operador presidencial que conoce los pagos del brigadier Estanislao López. El hombre deglosa los porqué de su afirmación: “Los socialistas han cerrado un acuerdo con los radicales, que les costó en cargos, pero les reditúa en chances de triunfo; cada vez que pueden atacan al Lole con lo que sea, y eso (a Reutemann) le hace daño; aprovechan la bonanza que atraviesa Rosario y saben explotarla, además de que la gestionan más que bien; y, para colmo, el gobierno provincial (a cargo de Obeid) no funciona”.
Para el estratega kirchnerista, Rosario y Santa Fe funcionan especularmente, como dos ideas y ejemplos opuestos. Mientras que Rosario es la imagen de la opulencia y la buena gestión, la administración provincial tiene sabor a menos que nada. “Miguel Lifschitz –el intendente de Rosario, socialista– es un muy buen administrador, es inteligente y puede hacer funcionar muy bien a la ciudad con su sola recaudación; si a eso le agrega que acordó bien con la Nación y recibe fondos para obra pública, uno puede deducir que la elección allí va a ser difícil para nosotros”, relata y especula el estratega de la Casa Rosada. En cuanto a la administración provincial, el mismo funcionario es lapidario: “El Turco (por Obeid) no tiene gabinete, tiene la guardia baja, está como falto de reflejos. Si hasta quería llevar a Kirchner a un acto en el camping de un sindicato, a 15 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, donde Kirchner no había estado nunca. Tuvimos que convencerlo de hacerlo en la ciudad”, se queja el operador presidencial.
Al panorama desfavorable, el oficialismo suma su orfandad de candidatos. “Kirchner tiene que emplazar a María Eugenia (Bielsa, hermana del canciller, Rafael). Una cosa es hacer una lista con ella a la cabeza y otra sin ella. Con ella quizás podamos dar una pelea”, especula un integrante del gabinete nacional.
En la Casa Rosada piensan, además, en quiénes podrían ser los acompañantes de la vicegobernadora, en caso de que acepte el convite. “Podría ir (Horacio) Rosatti (actual ministro de Justicia); tendríamos que poner a algún rosarino, que puede ser Norberto Nicotra. Pero todavía éstas son especulaciones. Primero tiene que hablar la vicegobernadora”, dice la fuente.
Quizás hoy el Presidente obtenga una respuesta a este interrogante.