El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, estuvo ayer en la Casa Rosada con el presidente Néstor Kirchner para firmar la adhesión de su provincia al Programa de Financiamiento Ordenado. Pero si por algo llamó la atención el paso del cordobés por gobierno fue por su “look” capilar, bastante aggiornado en comparación con su tradicional peinada hacia atrás. Con las elecciones a la vista, De la Sota le contó al Presidente que las encuestas lo dan ganador en Córdoba con un caudal que ronda el 40 o 45 por ciento de los votos. Una de las ambiciones del gobernador es ganar en la capital provincial al partido del intendente Luis Juez y así vengarse de esa derrota en manos de quien aparece hoy como su principal adversario en el liderazgo político cordobés. En esta ocasión, y pendientes como están de los fondos que les envía el Ejecutivo Nacional, tanto De la Sota como Juez prometieron sumar sus votos para el presidente Kirchner. Los radicales, terceros en discordia, aspiran a recuperar el segundo lugar en la provincia.