No pudo ser. Fracasó ayer otra vez por falta de quórum la sesión especial que convocó la diputada de Izquierda Unida, Patricia Walsh, para que se declare la nulidad de los indultos que beneficiaron a los principales responsables del terrorismo de Estado, firmados por Carlos Menem en 1989 y 1990. “El Congreso tiene capacidad para resolver sobre esta inconstitucionalidad y no obsta lo que haga el Poder Judicial”, reclamó Walsh, ante la decisión presidencial de que esta cuestión se resuelva por vía judicial.
Sólo veintiún legisladores de centroizquierda concurrieron a la sesión. Los diputados del PJ siguieron, aparentemente, en bloque la consigna de que sea la Corte Suprema la que resuelva la inconstitucionalidad de los indultos, tal como lo planteó el presidente Néstor Kirchner en Rosario anteayer. Entre los que decidieron asistir estaban Claudio Lozano, de la CTA; Mario Cafiero, de Soberanía Popular, Miguel Bonasso, de Convergencia y, por la UCR, Margarita Stolbizer, autora de otro de los proyectos de anulación. Del PJ, sólo estuvo el porteño Gerardo Conte Grand.
“Es un tema demasiado importante y grave como para ser debatido por tan pocos diputados”, argumentó en el recinto el presidente de la Cámara, Eduardo Camaño, que cerró la sesión luego de esperar la media hora reglamentaria y no permitió que se hiciera un dictamen de minoría.
El titular de Diputados fue duramente criticado en una conferencia de prensa por los legisladores que asistieron. Walsh lamentó la actitud de Camaño de “no dejar expresar la postura de la oposición y que este tema no haya podido debatirse”. Stolbizer, por su parte, sostuvo que la nulidad por vía parlamentaria “está incluida en convenios internacionales que sostienen que los delitos de lesa humanidad no pueden ser amnistiados ni indultados” y consideró que el Poder Ejecutivo “debería fijar posición”.
Afuera del Congreso, un grupo de militantes del MST, que integran la alianza representada por Walsh, se concentró en apoyo a la sesión especial, que por cuarta vez no logró su cometido.