La titular del PAMI, Graciela Ocaña, destacó ayer que la implementación del subsidio mensual de 30 pesos para los afiliados mayores de 65 años, con ingresos menores a los 600 pesos, constituye un nuevo paso en la universalización de los beneficios. La medida, que había sido adelantada por Página/12 tres semanas atrás, beneficiará a más de un millón de jubilados. En este sentido y frente al clima de campaña en el que fue anunciada, Ocaña desestimó cualquier intención electoralista.
“La idea sobre la que está trabajando el PAMI desde el año pasado es la de universalizar los programas para extender los beneficios a la mayor cantidad de gente. Se trata de eliminar la arbitrariedad para quienes están en la misma condición”, resaltó Ocaña sobre el incremento destinado a los afiliados mayores de 65 años que no reciben de otros beneficios. De esta forma, la medida excluirá a los 405 afiliados que como parte del Programa Alimentario Pro-Bienestar perciben todos los meses una canasta por el valor de 30 pesos.
La iniciativa había sido adelantada por este diario hace tres semanas. Sin embargo, Ocaña estaba esperando el visto bueno de la Casa Rosada para su anuncio oficial. El aumento será retractivo a julio y comenzará a cobrarse el próximo mes por el término de un año. Aunque la funcionaria deslizó la posibilidad de que pueda ser prorrogada una vez terminado ese plazo.