Las sorpresas, las muertes extrañas, las resoluciones judiciales más inverosímiles, los prófugos y otras rarezas son la constante en la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Ayer fuentes del juzgado de Julio Speroni informaron que el empresario del cuero Emir Yoma reapareció para dejar constancia de que ahora está en el país y firmar un acta en la que se compromete a no ausentarse. Como garantía de que no se fugará se le impuso una caución de 100 mil pesos.
Desde Comodoro Py también se le extendió un permiso para salir del país. Algo que aparece como un contrasentido. En todo caso, uno más.
La Aduana había reclamado un informe de Migraciones para tener certeza del destino de Yoma. Hasta ayer, ese informe no había ingresado a la causa. Lo cierto es que los días que mediaron entre la publicación de este diario y el de ayer, son, con los medios de transporte actual, tan amplios como para permitir el regreso desde cualquier punto del globo. La comparecencia de Yoma se habría concretado luego de que se lo intimara a presentarse desde el juzgado de Speroni. De no hacerlo corría el riesgo de que se le reclamara su captura nacional e internacional.
Durante toda la semana, el paradero de Emir Yoma fue un gran interrogante. Este diario pudo saber el martes pasado que por lo menos hasta el último día de junio, Emir no había retornado a la Argentina. Según datos de Migraciones, había salido del país, rumbo a Brasil, el 20 de abril pasado a las 16.20. Había embarcado en el aeropuerto de San Fernando en un avión particular. Precisamente el mismo día en el que había prestado declaración indagatoria frente al juez Speroni.
La Aduana, que es querellante en el expediente que lleva adelante el juez del fuero penal económico, reclamó, el miércoles pasado, precisiones sobre el paradero de Emir. Una versión señaló que el octavo de los diez Yoma nacidos en Nonogasta había levantado campamento y estaría en Siria, país que no tiene tratado de extradición con la Argentina y recordado porque precisamente hacia allí se había fugado en la causa del Swiftgate Ibrahim Al Ibrahim, ex esposo de Amira Yoma. “No quiero hablar del tema”, respondió a este diario Mariano Cúneo Libarona, abogado de Emir Yoma, cuando el lunes a la noche se lo consultó por la ausencia del país de su defendido.
Yoma fue procesado en este expediente luego de que el juez Speroni considerara que “ha desplegado una determinante actividad para la realización de los sucesos, en el marco de la gestión, proyección de los decretos, el falso destino y la incorporación del material bélico, insertos en ellos como un método para burlar y desafiar compromisos y vedas internacionales”.
Al considerar que Yoma había tenido un papel clave y determinante en el contrabando agravado del material bélico que fue a Croacia y Ecuador, Speroni subrayó los testimonios del ex interventor en Fabricaciones Militares Luis Sarlenga, de la ex secretaria de Emir, Lourdes Di Natale, el cambista Pedro Stier y Diego Palleros, intermediario en la operatoria.
Palleros había dicho en declaraciones periodísticas que Sarlenga “me dijo que necesitaba 200 mil dólares de mi comisión por una de las ventas para dárselos a Emir para que se cerrara la investigación”. Hasta el momento y a pesar de la gran cantidad de causas en las que apareció involucrado desde la llegada del menemismo a la Rosada, Emir Yoma logró salir airoso de muchas de ellas. En ésta fue a prisión, cuando se instruía en el fuero federal. Ahora, cuando resta conocer la suerte que tendrá su apelación ante la cámara del fuero penal económico, aparece como un casi seguro acusado en el juicio oral que cerrará formalmente la investigación o parte de ella.