Ni el receso parlamentario le da paz. A pesar de que las cámaras están sin actividad y de que los legisladores presentes se pueden contar con los dedos de una mano, el kirchnerismo insistió ayer con el pedido de renuncia del duhaldista José María Díaz Bancalari a la presidencia de la bancada del PJ. Los K oficializaron el tema en una nota firmada por 60 diputados nacionales. En respuesta a esta movida, una importante legisladora alineada con el duhaldismo afirmó, pidiendo la reserva de su nombre, “que no harán lugar al reclamo y que en dos semanas someterán el tema a la votación del bloque”. También recordó que el reglamento interno especifica que para remover a las autoridades es necesario el apoyo de los dos tercios de los 129 diputados que lo integran. En una señal política y dejando en claro que la disputa supera los marcos de la interna del bloque, el rionegrino Miguel Angel Pichetto, titular de los senadores del oficialismo, aseguró a este diario que “más allá de cualquier cuestión personal, más allá de cualquier nombre, es imposible que un jefe del bloque oficialista tenga actitudes opositoras”.
El recambio de Díaz Bancalari se alienta desde la misma Casa de Gobierno. Néstor Kirchner lo había reconocido ante Página/12 la semana pasada. Ahora Pichetto redobla la apuesta. En diálogo con este diario, el rionegrino aseguró que “para estar al frente del bloque del oficialismo, sí o sí hay que estar totalmente consustanciado con la estrategia y la política del Presidente”. Para que no queden dudas, Piche-tto insistió con un concepto que ya había desarrollado en una entrevista publicada en Página/12 el último lunes: “No se puede decir que se está con el Presidente y se es candidato de una lista opositora”. En el esquema de aliados y opositores, los kirchneristas no tienen dudas de que Díaz Bancalari quedó en la vereda de enfrente. Algo que viven como una traición. Más teniendo en cuenta el lugar destacado que tanto Néstor Kirchner como su esposa Cristina Fernández le otorgaron en la mayoría de las giras presidenciales. Algo que lo acercaba, como a pocos, a la mesa chica del poder, dicen.
Más allá de la lógica que tienen las opiniones del oficialismo cuando reclaman el paso al costado de Díaz Bancalari, los duhaldistas insisten en mantenerlo con el peso que le da tener el respaldo de la mayoría. Por lo menos la mayoría reclamada por el reglamento interno de la bancada. El mismo que fue redactado en 1984, cuando al bloque lo dirigía el petrolero Diego Ibáñez y que fuera reformado en 1995, cuando el mandamás era el pampeano Jorge Matzkin. En su artículo sexto se establece el requisito de los dos tercios de los apoyos para remover a sus autoridades.
A las seis de la tarde de ayer, el fueguino Daniel Gallo y el chubutense Eduardo De Bernardi se presentaron en las oficinas que el bloque justicialista tiene en el tercer piso del Palacio Legislativo para entregar el pedido de renuncia de su titular. En la sala de reuniones, El Mono, como llaman los suyos a Díaz Bancalari, se encontraba reunido con el salteño Juan Manuel Urtubey y con la bonaerense Graciela Camaño, también autoridades de la bancada. Luego de un diálogo breve en el que unos y otros insistieron en la importancia de seguir conviviendo en un solo bloque, la nota quedó en manos de Díaz Bancalari. En pocas líneas, allí se le pide la renuncia a la presidencia del bloque “por las razones que hemos hecho públicas y que le hemos transmitido personalmente, vinculadas con la aceptación del cargo de candidato a senador por la provincia de Buenos Aires”.
“El (Díaz Bancalari) ha priorizado el proyecto de la provincia de Buenos Aires, en lugar del proyecto nacional que está construyendo el presidente Kirchner”, confió a este diario el santacruceño Daniel Varizat. Para el diputado kirchnerista, los próximos pasos que dará su sector dependen de la reacción que tengan las autoridades de la bancada.
Precisamente ayer, el duhaldismo dejó trascender que “no hará lugar al pedido de renuncia”. Tampoco impulsará que El Mono tome licencia hasta quepasen los comicios. Los más duros de los duhaldistas también negaron cualquier posibilidad de que se conforme una conducción compartida entre los dos sectores.
La última semana de julio, cuando finalice el receso de la Cámara baja, tanto los duhaldistas como el propio Díaz Bancalari llamarán a la reunión del bloque en la que esperan superar la disputa. Saben que si el kirchnerismo sumara apoyos, aunque no logre el respaldo de los dos tercios de los 129 diputados, pero sí el de la mitad más uno, presionaría para que Díaz Bancalari tome una decisión personal. Por el momento les faltan cinco respaldos. Algo que no aparece imposible si es que la Rosada se lo propone.