“Claro que los viejos intereses no se retiran, aquellos que son profesionales de la política, que han utilizado la política como una cuestión personal, no se retiran, y los únicos que pueden retirarlos son los votos del pueblo argentino”, advirtió ayer el presidente Néstor Kirchner en alusión a Eduardo Duhalde, en un acto en Catamarca en el que anunció la entrega de viviendas y el inicio de obras públicas. La mención fue clara: en una conversación que había tenido Duhalde con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, poco antes de la ruptura, el ex presidente dijo: “Yo soy un profesional de la política”. Y Fernández le respondió: “Yo no, y tampoco lo quiero ser”.
Kirchner llegó al mediodía a Catamarca y fue recibido por el gobernador Eduardo Brizuela del Moral, del Frente Cívico y Social, que nuclea a la UCR y otras agrupaciones. A comienzos de julio se terminaron las chances de un acuerdo entre este partido y el kirchnerista Frente para la Victoria. “Ellos plantearon que van a crear una estructura propia, pero mantenemos una buena relación institucional”, comentó el gobernador. Con el Presidente viajaron el ministro del Interior, Aníbal Fernández; de Planificación, Julio De Vido, y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, entre otros.
Luego de hablar con la familia de María Soledad Morales (ver aparte), el Presidente partió hacia el Polideportivo de la capital, donde anunció la entrega de 400 viviendas e inversiones por más de 800 millones de pesos, entre ellas, la licitación internacional del dique El Bolsón, que traería agua potable para 10 mil personas.
Un ruido atronador de bombos lo recibió en un gimnasio colmado con banderas del Frente de la Victoria. El público estaba compuesto por mineros, con sus cascos amarillos, piqueteros de Barrios de Pie y MTD Evita y universitarios. Una estudiante de Derecho, Ivana Juárez, con un cinturón celeste que decía “Frente para la Victoria” y los ojos pintados haciendo juego, sostuvo que “los centros de estudiantes están con el proyecto del Presidente. El gobierno provincial tiene que dejar el poder, porque se olvidaron de la gente”. Poco después, cantaba y hacía la V.
Se notó la división electoral: tanto el intendente de Catamarca, Ricardo Guzmán, como el gobernador, ambos del Frente Cívico, fueron silbados durante sus discursos. “Provenimos de diferentes partidos, pero tenemos un cúmulo de coincidencias”, le dijo Brizuela del Moral a Kirchner, que cada tanto saludaba al público. Cuando el Presidente iba a hablar empezó a sonar desde un grabador de la tribuna la marcha peronista y el público se puso a cantar. “Le pido al pueblo argentino que el próximo 23 de octubre me dé las manos necesarias en la Cámara de Diputados para seguir cambiando el país”, les planteó Kirchner.
Disparó sus críticas aludiendo a Duhalde y a la alianza entre Luis Barrionuevo y Ramón Saadi, que competirá en la provincia con el sello del PJ, pero aclaró: “Voy a seguir apoyando al gobernador para hacer buena gestión”. “Me dicen que no tengo que iniciar ninguna obra porque si no es campaña electoral. Yo les dijo: ¿Cómo hacemos? ¿Dejamos de gobernar hasta octubre? No, vamos a seguir trabajando con más fuerza”, arengó Kirchner, que recibió aplausos y un redoblar de bombos como aprobación.
Estaba previsto que Kirchner fuese luego a la Basílica Nuestra Señora de Catamarca a firmar un acuerdo para reparar varias iglesias. En el acto, comentó: “Pregunté: ‘¿A cuántas cuadras queda la basílica?’. ‘Quince cuadras’, me dijeron. Voy a caminar las 15 cuadras con el pueblo de Catamarca”, anunció Kirchner, que salió del Polideportivo seguido por cerca de dos mil personas, que lo abrazaban y saludaban, y marchó hasta la basílica. Encabezó la caminata una camioneta con un parlante en el techo, del cual salían tonadas folkóricas o de cumbia. “Esta es la gente que acompaña a los candidatos del Frente para la Victoria –señaló Aníbal Fernández, un tanto apretujado por la muchedumbre–. La política tiene vocación de servicio y vocación de poder, pero parece que en los políticos profesionales la vocación de servicio está dudosa.”Cuando llegó a la Catedral, los piqueteros de Barrios de Pie formaron un cordón para rescatar a Kirchner. Fue recibido por el obispo Elmer Miani y visitó a la Virgen del Valle. “Hay que tener huevos para hacer una caminata en la tierra de Saadi y Barrionuevo”, se envalentonó un funcionario. El dirigente gastronómico sacó ayer una solicitada en un diario local con críticas al Presidente, pero esta vez no fue más allá. Sin ir más lejos: dos años antes sus seguidores recibieron a Cristina Kirchner a huevazos.

Informe: Werner Pertot.