La campaña de la provincia de Buenos Aires se está convirtiendo en un problema para el ARI. Con el Partido Justicialista dividido en dos opciones fuertes y con varios postulantes peronistas buscando hacerse un lugar, la candidata a senadora, la docente Marta Maffei, tiene serias dificultades para despegar del pelotón de cola. Para mejorar la performance, en el ARI apuestan a la irradiación que produciría la figura de Elisa Carrió y al peso del sello del partido, que aparece bien posicionado en las encuestas.
El centro de la inquietud son algunas mediciones, como la de Enrique Zuleta Puceiro que Página/12 publicó el domingo y que le asigna a Maffei un 2,3 por ciento de intención de voto, un punto por debajo del radical Luis Brandoni y a la par de Mario Cafiero y el ex subcomisario acusado de torturas Luis Patti. El porcentaje ubica a la ex titular de Ctera a años luz de Cristina Fernández de Kirchner y de Hilda “Chiche” Duhalde y lejos de Ricardo López Murphy, que obtendría el 8,1 por ciento de los votos. En suma, y aunque aseguran que no tienen fondos para encargar sondeos propios y desconfían de los ajenos, lo cierto es que el tema se convirtió en un dolor de cabeza para el ARI.
Para mejorar la performance, la idea es capitalizar la figura de Carrió, que se presenta como primera candidata a diputada por la Capital pero cuya potencia política –dicen– irradiará al otro lado de la General Paz. Según explican, el primer cordón del Gran Buenos Aires y los centros urbanos de la provincia, como Mar del Plata, La Plata o Junín, podrían beneficiarse por el “efecto contagio”.
Como parte de esta estrategia, Carrió recorre la provincia casi más que la Capital –el último mes visitó unos 20 distritos– en el marco de una campaña nacional unificada: la idea de “contrato moral”, eje del discurso de la chaqueña, también será el slogan de la campaña bonaerense. “Lo que nos resulta difícil de penetrar, por una cuestión de recursos y clientelismo, es el segundo y el tercer cordón”, señalan cerca de Carrió. La segunda apuesta es a la imagen positiva del ARI como partido, que aparece bien posicionado en las encuestas, quizá por una identificación automática con la figura de la chaqueña. “Eso nos garantiza un piso”, explican cerca de Carrió. Y recuerdan que en la última elección provincial Maffei encabezó la lista de diputados nacionales, también en un escenario de peronismo dividido, y obtuvo un 9 por ciento de los votos.
El panorama de fragmentación del PJ reorientó el esfuerzo del ARI, que se concentra ahora en el electorado no peronista. Aunque reconocen que tanto López Murphy como Brandoni son dos candidatos potentes, alrededor de Carrió se preocupan por señalar sus debilidades: en el primer caso, la alianza con Mauricio Macri podría ahuyentar a más de un votante; en el segundo, la mala imagen del radicalismo bonaerense se suma al parate de los intendentes, la principal reserva política del partido, que esta vez no juegan sus mandatos en la elección.
Con esta compleja perspectiva por delante, los principales referentes del ARI bonaerense –Maffei, Carlos Raimundi, Marcela Rodríguez y Eduardo Macaluse– se reunirán hoy en el Instituto Hannah Arendt. Además de los dirigentes provinciales, participarán del encuentro Carrió, el representante del distrito en el comité de campaña, Fabián de Nuccio, y la titular del partido Elsa “Tata” Quiroz, que trabajarán en el diseño del tramo final de la complicada campaña bonaerense.