EL PAíS
› SOCIALISTAS, COMUNISTAS E INTRANSIGENTES SE UNIRAN EN PROVINCIA
Un frente que no incluye a todos
La alianza excluye al MST, lo que sería el fin de Izquierda Unida. Como siguen las negociaciones, todavía no lo anunciarán.
› Por Miguel Jorquera
Los partidos Comunista (PC), Socialista (PS) e Intransigente (PI) y el Frente para el Cambio de Alicia Castro, además de organizaciones que adhieren a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y otras fuerzas menores, acordaron ayer la conformación de un frente electoral en la provincia de Buenos Aires. Aunque el anuncio oficial se postergará hasta los primeros días de agosto, “cuando se termine de armar la lista de candidatos” que presentarán en las elecciones legislativas de octubre. El nuevo frente también hará un llamado al Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) –que presentó lista propia con la incorporación de extrapartidarios– para que se sume a la nueva alianza política. De no haber acuerdo sería el final de Izquierda Unida (IU).
El trabajoso acuerdo del nuevo frente lleva ya varios meses de negociaciones y hasta una frustrada presentación en sociedad. Fundamentalmente por dos motivos: la disputa por el orden que ocuparán los candidatos de cada partido y la decisión del PC de tratar de evitar la ruptura definitiva con su socio de Izquierda Unida. Aunque se avanzó lentamente, ninguno de estos dos temas están totalmente resueltos.
Pero la confirmación de la alianza política llegó de la mano del acuerdo alcanzado para los primeros lugares de la boleta: el socialista Ariel Basteiro y el comunista León Zimmerman será el binomio de aspirantes a la Cámara alta. En tanto, los también socialistas Jorge Rivas y Oscar González encabezarían la lista de candidatos a diputados, a los que deberán sumarse los nombres que aporten el PI, el Frente para el Cambio y sectores enrolados en la CTA, que también se sumaron al frente.
El nuevo frente trata de calcar un proceso embrionario de unidad propuesto por el llamado Encuentro de Rosario, al que tributan la mayoría de sus integrantes. Una política de alianzas que ya había enfrentado a los integrantes de IU. Los comunistas, convocantes de la experiencia rosarina que aspira a conformar una fuerza política con vistas a las presidenciales de 2007, respaldan acuerdos más amplios. En tanto el MST cuestiona la participación de sectores de centroizquierda, especialmente a ex integrantes del Frepaso y la Alianza, a quienes responsabiliza por los “sucesivos fracasos políticos que frustraron y traicionaron” a importantes sectores sociales.
El MST intentó forzar una política de alianzas que el PC no compartía plenamente, con el adelantamiento en la presentación de listas propias y con la imposición de un orden a los candidatos. Así inscribió a los extrapartidarios Patricia Walsh al frente de la boleta de diputados nacionales porteños y a Mario Cafiero como primer senador en la nómina provincial.
Una actitud que no cayó bien en los comunistas, que sin embargo tampoco cambiaron el rumbo de sus propias negociaciones. En Capital Federal también cerraron un acuerdo con el Frente para el Cambio y llevarán a Alicia Castro, que va por su reelección como diputada nacional, al tope de la lista común –que probablemente secundará el propio secretario general del PC, Patricio Echegaray– pero que no incluye a todos los integrantes del frente bonaerense.
Aunque tanto el PC como el MST insisten en que IU aún no está rota, los pasos que dan cada uno de los respectivos partidos van en direcciones opuestas. La confirmación de la nueva alianza de izquierda bonaerense podría sellar la ruptura definitiva de IU tras diez años de convivencia.