EL PAíS
› LA RELACION DE LA LEGISLADORA FERRERO CON MASSERA
La Justicia estudia a la “socia”
Ella dice que sólo era empleada, pero los indicios de que era accionista de una de las empresas con que el Almirante Cero blanqueó su fortuna malhabida son muy fuertes. Por ejemplo, el elenco del directorio.
› Por Susana Viau
La Justicia se dispone a estudiar la relación de la legisladora por la ciudad Fernanda Ferrero (o Fernanda Dina Bendinelli de Ferrero) con Eduardo Enrique y Esteban Emilio Massera en la financiera Vanexva, eslabón de la cadena de sociedades con que Emilio Massera padre blanqueó su fortuna mal habida. En su declaración jurada, Fernanda Ferrero refirió que había pertenecido a Vanexva entre 1988 y 1992, en calidad de relacionista pública. Era un remedo de la verdad. En realidad, Ferrero fue accionista fundadora de la extrabursátil, cuyo origen se ubica en los días en que el Almirante Cero comenzó a poner las barbas en remojo y algo de orden en sus cuentas, previendo posibles acciones del nuevo gobierno democrático. Los personajes que pasaron por Vanexva coinciden al milímetro con los testaferros de Massera en la firma Azuka S. A. Pese a las enfáticas protestas de Ferrero, quien negó su relación con el dictador, Vanexva ladra, tiene cuatro patas y cola. Parece indiscutible que se trata de un perro. Al menos así empieza a sospecharlo el fiscal Eduardo Taiano, quien solicitó el expediente 261.181 para determinar si la financiera forma parte del aparato de usurpación montado por el ex capo naval.
Vanexva se constituyó el 16 de diciembre de 1983, a la carrera, puesto que eran inminentes las fiestas navideñas y la feria judicial. Sus accionistas resultaron ser Guillermo Héctor Ferrero, abogado, y Fernanda Dina Bendinelli, empresaria y esposa de Ferrero. Los cargos del directorio se distribuyeron de manera tal que Ferrero ocupó la presidencia y como vicepresidente fue designado Enio Bendinelli, hermano menor de Fernanda Dina. Se incorporaron un tercer director, Alberto Adán Videla, y dos síndicos: Carlos Baredes y Hugo Osvaldo Cozza. Las actas fueron firmadas por Ferrero y Fernanda Bendinelli. El jueves, Página/12 se comunicó con Alberto Adán Videla, quien negó de manera terminante haber formado parte del directorio de Vanexva. “Yo conocía a Fernanda, que era sobrina de un publicista amigo mío (Nono Pugliese). Ella y el marido me pidieron que hiciera un estudio de mercado porque querían poner una financiera. Yo les entregué un paper con el informe. Eso fue todo.”
–Pero usted figura como integrante del directorio –insistió este diario.
–Los datos los pueden haber sacado de cualquier curriculum. Pero yo no sé nada del tema de finanzas. Lo mío es el marketing de productos medicinales. Si fuera como usted dice, tendría que recurrir a la Justicia.
–¿Usted sostendría públicamente que nunca tuvo que ver con Vanexva?
–Sí, por supuesto.
Videla dijo desconocer, asimismo, las oficinas de Tucumán 766, piso 11, que Vanexva dio como sede social. “Nos reuníamos de manera informal –agregó–, en casa de los Pugliese.”
El 31 de marzo de 1987, Ferrero y Fernanda Bendinelli consignan un aumento de capital y lo hacen ante la escribana Ana María Kemper. En septiembre de ese año aparece Alejandro José Basualdo en una asamblea de accionistas, sin que se especifique en qué condición. En diciembre de 1988, Ferrero, Enio Bendinelli y Basualdo informan del cambio de domicilio de Vanexva a Reconquista 458, piso 9, y legalizan el traslado ante el escribano Julio Etchart. De la notificación a la IGJ se ocupa Andrea Fabiana Oliver, quien fija domicilio en Florida 537/71, piso 22, “Galería Jardín”. Por esas fechas, Basualdo hace un aporte de capital y firman el acta Fernanda Bendinelli y Guillermo Ferrero. En julio de 1989, Guillermo Ferrero constituye domicilio en Florida 537/71, piso 22 y autoriza nuevamente a realizar trámites a Andrea Fabiana Oliver. En agosto del año siguiente (1990) se incorpora al directorio Hugo Madáa. Firman el acta de asamblea los accionistas Ferrero, Fernanda Bendinelli y Alejandro Basualdo. En junio de 1991, en el transcurso de una reunión presidida por el marido de la actual legisladora y a la que asisten como accionistas ésta y Basualdo, se elige presidente del directorio a Alejandro Basualdo y como vice a Gerardo Julio Duthilleul. En octubre de 1992, bajo la presidencia de Basualdo, blanquean por primera vez su presencia los accionistas Eduardo Enrique Massera y Emilio Esteban Massera, hijos del ex almirante. Se nombra síndicos a Ana María Telle y Clotilde Cristina Rodríguez.
Alta sociedad:
La historia de Vanexva y Azuka, otra sociedad naval, puede leerse como un listado tedioso de domicilios, síndicos, accionistas y escribanos o puede ser visto también como un recorrido apasionante por el mapa financiero de un individuo dotado de más ambiciones que inteligencia. O, si se prefiere, de un individuo cegado por la ambición de convertirse en jefe de un Estado que previamente había tomado por asalto.
Así es que Azuka fue constituida en mayo de 1985 y su objeto era la actividad inmobiliaria, casas y terrenos. Es curioso que una firma con semejantes ambiciones haya sido creada por dos personas tan modestas como Héctor Wendeler, domiciliado en la calle 11 y 85, monoblock 22, piso 10 “B” de La Plata, y Hugo José Madáa, de la calle 70, número 1577, de Quilmes Oeste. Madáa tuvo suerte y todo indica que prosperó, ya que en agosto de 1990 se convirtió en socio de Ferrero y de Fernanda Bendinelli en la extrabursátil Vanexva. La escribana que protocolizó las actuaciones fue Ana María Kemper, un dechado de eficiencia que, en 1987, sería requerida por Ferrero y Fernanda Bendinelli para su financiera. La síndico de Azuka fue Cristina Clotilde Rodríguez, llamada luego para cumplir similares funciones en Vanexva. Mejor pájaro conocido.
En 1990 se suma a la aventura de Azuka SA Alberto Lorenzo Padilla, contraalmirante y ducho en tareas difíciles por haber sido, cuando capitán de navío, en 1977, comandante del Rompehielos ARA “José de San Martín”. Nada de particular, si no fuera que Padilla es el padrastro de Fernanda Bendinelli, o Fernanda Ferrero.
Ese año es autorizada a retirar documentación la persona que cumpliría igual tarea para Vanexva, Andrea Fabiana Oliver, quien da la dirección de Florida 537/71, piso 22, de Galerías Jardín. En julio de 1991, cuando aún eran accionistas de Vanexva Fernanda Bendinelli y su esposo Guillermo, su socio Alejandro Basualdo es designado presidente del directorio de Azuka SA. Por fin, al cabo de un año, todos –Azuka y Vanexva– se unifican en el domicilio de la calle Reconquista 458, piso 9.
Tucumán 766, piso 11, el domicilio que Guillermo Ferrero y Fernanda Bendinelli de Ferrero fijaron para constituir Vanexva en 1983, es la dirección dada por Eduardo Enrique Massera cuando, a fines de los ’80, se presentó a declarar ante el juez de instrucción Rodolfo Ricotta Denby por el despojo de los terrenos de Chacras de Coria a los desaparecidos Victorio Cerutti, Omar Masera Pincolini, Conrado Gómez y Horacio Palma; Reconquista 458, piso 9, departamento que Xanexva dice comprar, es propiedad de Luz del Sur, la sociedad que, tras ser formada por testaferros del ex almirante, integraron su mujer, Lili Vieyra, su nuera, María Luz Ezcurra, y su hijo Emilio Esteban Massera. A nombre de la sociedad Luz del Sur se encuentra también la quinta de El Talar de Pacheco, comprada oscuramente en 1977.
Eduardo Taiano, titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal 3, pidió a la IGJ el envío del expediente 261.181 de Vanexva para determinar si existe una conexión con la investigación que se lleva adelante para reconstruir los sucesos que terminaron con el asesinato y despojo de Cerutti, Masera Pincolini, Palma y Gómez. Por esos hechos –haber puesto los terrenos de Chacras de Coria valuados en 20 millones de dólares a nombre de la sociedad Misa Chico, de la que era accionista junto al capitán de fragata Carlos Massera (hermano del ex almirante) y Pedro Añón (presidente del Partido por la Democracia Social)– se encuentra detenido Enrique Eduardo Massera, financista y primogénito del señor de la ESMA.