Los asesinos del controvertido comisario bonaerense retirado Oscar Beauvais, de 50 años, quien estaba desaparecido desde el viernes pasado, siguieron al pie de la letra el manual del buen mafioso: le taparon la cabeza con un pasamontaña, le pegaron tres tiros “de contacto”, apoyando la punta del caño sobre la cabeza, y dejaron el cuerpo tirado al lado de un zanjón. Para darle un toque de distinción a la macabra faena, utilizaron un arma de bajo calibre, una 22 larga, pero le cargaron municiones de fabricación norteamericana, de difícil acceso para delincuentes de poca monta. El misterio que rodea al crimen tiene que ver, sobre todo, con el móvil. Los gobiernos nacional y bonaerense negaron enfáticamente toda connotación política, tesis confirmada en principio por los investigadores, que mencionan la posibilidad de una venganza o de un crimen pasional, habida cuenta de la fama de hombre de muchas mujeres que tenía el policía asesinado. Lo que no cierra es que todo indica que Beauvais estuvo “preso” cuatro días en un lugar indeterminado, antes del asesinato en el sitio en que fue hallado el cuerpo, en Villa Centenario, Lomas de Zamora. Aunque otro dato agrega más misterio: el comisario vestía igual que el día de su desaparición y había restos de semen de no más de un día de antigüedad y vello púbico en su cuerpo (ver página 2).
“Es raro que lo hayan retenido, antes del crimen, si se trata, como parece, de un crimen pasional o de una venganza”, admitió a Página/12 una fuente policial de la zona en la que fue hallado el cadáver. La cabeza de la víctima, además de estar cubierta con el pasamontaña, tenía una venda que le cubría los ojos. La ejecución se habría producido alrededor de la 1 de la madrugada de ayer. El cuerpo fue hallado a las 10.30, por alguien que dijo ser un vecino y que se comunicó telefónicamente al número 911, habilitado por el Ministerio de Seguridad provincial para denunciar ilícitos. “Un detalle curioso es que usaron una munición de origen norteamericano, la marca Federal, cuyo uso no es habitual en este lugar del mundo”, comentó una fuente gubernamental.
Está confirmado que lo asesinaron en el sitio donde apareció el cadáver. Lo certifica el hallazgo de las vainas y la gran mancha de sangre que quedó junto al zanjón. Los peritos comprobaron, además, que ni en la ropa, ni el piso había huellas de arrastre. El cuerpo de Beauvais apareció cerca del cruce de la calle 7 y Belgrano, en medio de un barrio de casas desparejas y trazado incierto que se llama Santa Catalina. Al comisario lo habían visto por última vez el viernes, a la 1 de la madrugada, en la Universidad de Lanús, donde cursaba su licenciatura en Seguridad. Desde entonces, según se comprobó, no se había cambiado la ropa, ni se había afeitado. Sí había tenido relaciones sexuales 24 horas antes de la muerte, porque se hallaron muestras de semen y vello púbico en su ropa, que era la misma del día de su desaparición.
Se pensó en la posibilidad de un secuestro extorsivo, pero la hipótesis tampoco es muy segura. El cuerpo, fuera de los tres balazos, no presenta lesiones de ningún tipo. No fue golpeado, no tiene vestigios de haber sido inyectado para dormirlo antes de la ejecución, no tiene marcas en las muñecas ni en los tobillos. Es como si hubiera estado en un lugar cerrado, pero durmiendo sobre un colchón. La ropa no estaba sucia ni presentaba el deterioro que supone haber estado en cautiverio en condiciones precarias. Es como si hubiera estado preso, porque hasta le habían quitado los cordones de sus zapatos, como ocurre cuando se quiere evitar que alguien se quite la vida.
Luego del hallazgo del cuerpo, los expertos de la Policía Científica debieron aguardar la llegada del fiscal a cargo del caso, Guillermo Morlaschi, quien había ordenado previamente que se vallara la zona, para impedir que se modificara la escena del hecho. El último destino del comisario Beauvais fue la Jefatura Departamental de La Matanza, hasta que fue pasado a retiro el 15 de diciembre pasado, luego de que realizara duras declaraciones en contra del presidente Néstor Kirchner y otrasfiguras políticas (ver aparte). La víctima vestía pantalones y pullover de color verde, llevaba zapatos sin cordones y no tenía ni su billetera ni sus documentos. Se dijo que era habitual que nunca llevara arma, una Smith & Wesson calibre 9 milímetros, ni su credencial de policía retirado.
El comisario vivía en pareja con una joven de nacionalidad paraguaya que está embarazada de siete meses. Según la policía, Beauvais mantenía relaciones sentimentales paralelas con otras mujeres, una de ellas casada. El marido sería un hombre que está en prisión y se sospecha que podría haber sido el autor intelectual de un crimen por encargo. La supuesta amante platense era buscada anoche para que prestara declaración en la causa. Tanto el ministro del Interior, Aníbal Fernández, como el gobernador bonaerense, Felipe Solá, descartaron que el asesinato tenga connotaciones políticas.
La desaparición de Beauvais había sido denunciada por su pareja, de 19 años, preocupada porque no había regresado al domicilio común, en Ramos Mejía. Se supo que a las 20.30 hizo su último llamado por el celular, que a las diez de la noche se había denunciado la desaparición de su automóvil Peugeot 206 y que el vehículo habría sido encontrado a la 1 del sábado, aunque en ese momento no se determinó el nombre de su propietario, algo que recién se confirmó el martes. Es cuando menos curiosa la tardanza y hace sospechar de alguna maniobra ilegal.
El coche fue hallado en la zona de Remedios de Escalada, en jurisdicción de la comisaría 8ª de Lanús. Esto acrecienta el misterio, dado que no se sabe si fue objeto de robo o si Beauvais se trasladó hasta allí en condición de secuestrado o acompañado por personas de su conocimiento. Cerca del auto fue secuestrada una camioneta en la que podría haber estado la víctima. Si el secuestro ocurrió el mismo viernes, no se explica la presencia de semen en la ropa interior, porque esto indicaría que hasta 24 horas antes de la muerte estuvo acompañado por alguien que había elegido. “Sus amigos afirman que no tenía enemigos, ni dentro ni fuera de la fuerza, pero eso nunca se sabe”, comentó una fuente policial. Los restos de Beauvais serán sepultados hoy en el cementerio privado Parque Guernica.