La Plaza de Mayo no amaneció sola. Un millar de piqueteros, agrupados en unas 40 carpas, comenzaron ayer el segundo día de acampe frente a la Casa Rosada, como parte de la jornada nacional de protesta. Entre otras medidas, la veintena de agrupaciones que participan del plan de lucha marcharon a Tribunales para pedir “la libertad de los presos políticos”. El reclamo se sumó al ya histórico pedido para que se universalicen y se aumenten los planes sociales a 350 pesos. Mientras tanto, el Gobierno volvió a minimizar las protestas asegurando “que no se trata de movimientos piqueteros sino de activistas políticos”. Una vez más, el mensaje del oficialismo estuvo en boca del ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien ratificó que “no habrá represión” contra los que produzcan cortes.
Hacia el mediodía, los miembros de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Bloque Piquetero Nacional (BPN) marcharon hacia Tribunales.
Allí pidieron ser atendidos por algún miembro de la Corte. Finalmente, según informó el titular del Polo Obrero, Néstor Pitrola, se acordó una reunión para la semana que viene con Eugenio Zaffaroni. Los movimientos confluyeron frente al Palacio de Justicia para reclamar la libertad de los presos políticos. Esta vez se sumó a la marcha el Movimiento Independiente de Jubilados de Raúl Castells.
Otra protesta la protagonizaron los militantes de la agrupación Martín Fierro, que dieron una “clase pública” frente a la Cámara de Comercio de Estados Unidos, como parte de una serie de escraches que realizan desde hace meses pidiendo la reestatización de la empresa Aguas Argentinas. Para hoy las agrupaciones anunciaron una “intensificación de las medidas”, con cortes en varios puntos de Capital Federal. A las 12 el MTD Aníbal Verón comenzará un corte en el Puente Pueyrredón. En principio, la agrupación tiene previsto dejar libres algunos carriles, aunque no descartó un corte total “en caso de que aumente la provocación policial”. Incluso se barajaba la posibilidad de acampar durante la noche.
Desde el Gobierno, Fernández reiteró que “no se va a utilizar la represión” para enfrentar las protestas, al mismo tiempo que volvió a rechazar la posibilidad de que se universalicen o se aumenten a 350 pesos los planes. “No hay piqueteros. Son militantes de izquierda, activistas de un partido con vocación política”, apuntó el funcionario en un nuevo cruce con las organizaciones. En respuesta, los dirigentes desocupados volvieron a repudiar que la protesta piquetera “sea usada para la campaña”. En especial, las agrupaciones criticaron que se los tilde de activistas políticos y que el Gobierno insista en “no reconocer la lucha social”. Así lo recalcó Pitrola: “Hoy vinieron los trabajadores de Parmalat y los delegados del Garrahan. Se trata de un hermanamiento con la clase trabajadora, que es la mejor respuesta a Aníbal Fernández cuando habla de una conspiración izquierdista”.

Informe: Carolina Keve.