Las máximas autoridades de la Iglesia Católica argentina están trabajando sobre un documento a través del cual fijarán posición sobre los hechos que en los últimos días terminaron con la renuncia del obispo Juan Carlos Maccarone al obispado de Santiago del Estero. Dicho texto podría difundirse hoy cuando se reúna en Buenos Aires la Comisión Ejecutiva del Episcopado. El encuentro se realizará siguiendo un calendario previsto de antemano, que continuará entre martes y miércoles con la reunión de una veintena de obispos que conforman la Comisión Permanente. En este marco, el “tema Maccarone” adquirió una importancia de primer orden y obligó a que en las últimas horas se realizaran permanentes consultas entre los obispos. En el encuentro de hoy lunes estarán presentes el cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio; el vicepresidente segundo del Episcopado, Domingo Castagna (arzobispo de Corrientes) y el secretario general, Sergio Fenoy (obispo auxiliar de Rosario). El titular del Episcopado, Eduardo Mirás, estará ausente por razones de salud.
Mientras tanto, en medios eclesiásticos se siguen sumando indicios que confirman la hipótesis de que lo sucedido con Maccarone es el resultado de una operación política para descalificar la labor social e institucional del obispo, utilizando para ello la difusión de un hecho cierto de su vida privada. En la misma línea de lo afirmado el sábado por los curas de Santiago, el sacerdote santiagueño Sergio Lamberti reafirmó “el agradecimiento (a Maccarone) por todo lo que ha dejado como impronta a nuestra Iglesia” y ratificó que “somos solidarios con él en su debilidad, y en su debilidad nos sentimos todos, una Iglesia de hombres y mujeres frágiles, pequeños, débiles, y que por eso necesitamos apoyarnos en la misericordia de Dios”.
Por su parte, el sacerdote Luis Farinello, quien fue compañero de estudios de Maccarone, destacó “la valentía formidable” del obispo al asumir el hecho y sostuvo que vive la situación “con gran dolor”. Al marcar la diferencia de este hecho con otros que acontecieron en la Iglesia Católica, subrayó que Maccarone “lo reconoció y es de una valentía formidable decir: ‘Este soy yo’”. Farinello elogió el trabajo pastoral del ex obispo santiagueño diciendo que “tengo un lindo recuerdo” de su labor, en la que tuvo que enfrentar “al ex gobernador Carlos Juárez y la señora (Nina Aragonés), que eran como amos y señores de la provincia”. “Esto parece un espionaje”, agregó el cura de Quilmes, tras preguntarse “¿cómo es que a un obispo se lo filma con equipos de alta tecnología?”.
En Santiago, y consultado acerca de la posibilidad de que el hecho que involucró a Maccarone haya sido montado con la finalidad de perjudicarlo, el vicario general de la diócesis, sacerdote Domingo Michelini, dijo: “No voy a juzgar, pero pensamos que puede haber intereses creados, porque en Santiago no es la primera vez que suceden estas cosas. Hemos vivido tiempos difíciles, estamos en un proceso de cambio y transformación que puede llevar a intereses particulares”. En la misma tónica en la que se expresó el comunicado de los curas de la diócesis de Santiago, Michelini evitó también todo juicio sobre el obispo renunciante. “La Iglesia es santa y pecadora”, afirmó. “Santa porque es obra de Cristo y pecadora porque está en manos de los hombres, que cometemos pecados. Yo también los cometo, yo no lo juzgo”, reafirmó.
El sacerdote Michelini, quien trabajó como estrecho colaborador de Maccarone durante toda su permanencia en Santiago, dijo también que “mis palabras son de agradecimiento para todo lo que (el obispo) hizo por la diócesis, por Santiago, por la amistad que me brindó como sacerdote, por la confianza que puso en mí”. Y agregó que “no estoy para juzgar, ni para condenar, no me siento en esta condición”.