EL PAíS
› EL SABOTAJE A LAS TORRES DE ALTA TENSION DE BRAGADO
Gremialistas excarcelados
Por Raúl Kollmann
El juez federal de Mercedes, Rubén Echave, concedió ayer la excarcelación a los dos dirigentes gremiales de Luz y Fuerza que fueron sorprendidos hace una semana en el momento en que realizaban un sabotaje en cables de alta tensión cercanos a la ciudad bonaerense de Bragado. Página/12 anticipó que el magistrado evaluaba la posibilidad de imputar a los sindicalistas el delito de estrago, que tiene una pena de tres a diez años, o el de sabotaje, que parte de un año de prisión. Echave había adelantado que le realizaría una pericia psiquiátrica a los saboteadores y que luego dispondría su libertad aunque el proceso en su contra continúa.
Julio César Costa y Marcelo Recalt son integrantes de la comisión directiva del sindicato de Luz y Fuerza de Mercedes, la segunda seccional más numerosa del país. Ambos son empleados de la empresa Eden y habían pasado una soga por encima de los cables de alta tensión con el objetivo de producir luego un gigantesco cortocircuito uniendo los cables con una cadena que estaba atada a esa soga. Vecinos de Bragado los vieron y minutos más tarde una patrulla rural de la Policía Bonaerense los detuvo.
La mayor duda que hay en el expediente es cuál fue el móvil del sabotaje. Costa y Recalt dijeron que querían presionar a la empresa Transba para que incorporara un adicional al básico, pero el juez Echave tiene dudas sobre esa versión. Los demás dirigentes del sindicato intentaron despegarse de la movida, sosteniendo que Costa y Recalt “son dos loquitos”, pero uno es secretario de Prensa y el otro subsecretario de Previsión, dos cargos que en los gremios suelen estar en manos de hombres de absoluta confianza de los dirigentes. La otra hipótesis que investigaba el juez está relacionada con la política: al sindicato de Luz y Fuerza de Mercedes se lo considera alineado con el duhaldismo y no se descarta que los gremialistas hayan intentado embarrar la cancha en la campaña.
El argumento de Costa y Recalt en su defensa fue que el corte sería muy breve, ya que automáticamente entraría a suplantar la línea cortada otra proveniente de una central diferente. El juez espera un informe técnico, pero aun así encuadró el caso en el delito de sabotaje, cuyas penas son variadas y parten de un año de prisión, lo que convierte la imputación en excarcelable.
Pese a que ayer se dijo que los policías que hicieron la detención fueron sancionados, la realidad es que los tres, el subteniente Jorge Cristóbal, el sargento Gustavo Bruno y el numerario Walter Díaz fueron propuestos para una felicitación, mientras que quienes fueron sancionados con tres días de suspensión fueron los jefes de ellos por la demora en informar telefónicamente a sus superiores de un hecho de máxima gravedad como un intento de sabotaje a una red de alta tensión.