EL PAíS
“Con este fallo se está violando el derecho a una verdadera identidad”
Una joven secuestrada durante la dictadura pidió mantener su nombre de pila y ser anotada con los apellidos de su padre y madre biológicos. Un tribunal no tuvo en cuenta el reclamo.
María de las Mercedes Gallo Sanz es hija de dos uruguayos desaparecidos en el marco del Plan Cóndor. Se reencontró con su familia biológica en 2001. El año pasado, los represores Miguel Osvaldo Etchecolatz y Jorge Antonio Bergés fueron condenados por su secuestro y apropiación. En esa misma causa los abogados solicitaron que María de las Mercedes conservara su nombre de pila y adoptara el apellido de sus padres biológicos. Sin embargo, el Tribunal Oral de La Plata rechazó el pedido y ordenó que en su partida de nacimiento falsa se aclarara con una nota marginal el nombre de Carmen Sanz. La decisión recibió la condena de los querellantes, que ayer realizaron una nueva presentación por entender que la decisión judicial no respetó el derecho a la identidad, ratificado por numerosas convenciones de derechos humanos.
Según explicaron en su fallo, los jueces del Tribunal Oral Federal número uno de La Plata consideraron que el reclamo no debe ser efectuado ante la Justicia penal, sino que debe realizarse ante una sede civil. El planteo fue rechazado por los abogados de la acusación, que recordaron el caso de seis jóvenes que recuperaron el apellido de sus padres biológicos. Entre ellos, mencionaron el reciente caso de Juan Cabandié, que luego de que su pedido fuera rechazado en primera instancia consiguió ser inscripto con el apellido de sus padres biológicos gracias a un fallo de la Cámara Federal. “Se está violando el derecho a una verdadera identidad, ratificado por numerosas convenciones de derechos humanos a las cuales suscribió la Justicia argentina”, señaló María Ester Alonso, abogada de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Alonso también criticó la decisión del tribunal de agregar sólo una anotación marginal en la partida de nacimiento falsa firmada por Bergés. Según indicó, los jueces deberían haber ordenado el reemplazo de los documentos que actualmente tiene la joven, ya que son falsos.
María de las Mercedes nació el 27 de diciembre de 1977 en el centro clandestino de detención conocido como Pozo de Banfield. Su madre, Aída Sanz, fue secuestrada el 23 de diciembre de 1977 con un embarazo de nueve meses junto con su marido, Eduardo Gallo Sanz. Aída llamó a su hija Carmen, por eso el tribunal consideró que la anotación en su partida debía ser Carmen Sanz. Pero esa medida no tomó en cuenta el reclamo de la joven –mantener el nombre de pila con el que creció y reconocer su filiación biológica– ni su apellido paterno. Tampoco corrigió el verdadero lugar de su nacimiento ni ordenó una nueva inscripción que restituyera su identidad.
“Las Abuelas de Plaza de Mayo esperamos que, después de años de lucha en la restitución de nuestros nietos apropiados y en la búsqueda de la verdad, no se plasme en esta joven nuevamente una identidad que no es la propia”, señaló el organismo de derechos humanos en un comunicado.