EMILIO GARCIA MENDEZ
Desde Unicef

Después de recorrer todos los países de América latina para reformar las leyes sobre infancia, como consultor de Unicef, Emilio García Méndez se cansó de decir que la Argentina era el país más atrasado en esa materia. Ahora podrá modificar él mismo las leyes, luego de que Elisa Carrió lo convocase como segundo en su lista de diputados. “A Carrió la conozco hace muchos años y le tengo un profundo respeto intelectual”, afirma García Méndez, especialista en infancia y responsabilidad penal adolescente, que es consultor de Unicef para Angola y Paquistán.
García Méndez se doctoró en derecho en la universidad alemana de Saarland, fue investigador del Instituto de Criminología en la Universidad de Zulia, Venezuela, y del Instituto Interregional de la ONU para investigaciones sobre delito y la justicia en Roma. En la Argentina, apoyó el proyecto de reforma que impulsó la diputada del ARI Laura Musa para reformar las leyes de infancia y este año se sumó a la lista de Carrió.
–La semana pasada, Carrió dijo que para la sociedad es más importante la vedette Zulma Faiad que usted. ¿Está de acuerdo?
–Bueno... Tendería pensar que para la sociedad no. Para algunos medios de comunicación, no tengo la menor duda que sí.
–¿Qué piensa de la propuesta de seguridad de Macri?
–A muchas de estas propuestas musculosas las llamaría doblemente irresponsables: porque son un agravio al estado democrático de derecho y porque no significan ningún avance real. El que no me cabe duda que se ha tomado en serio el tema de la reforma de seguridad ha sido (el ministro de Seguridad bonaerense, León) Arslanian.
–Arslanian forma parte del proyecto de Kirchner.
–No me importa. Le tengo un profundo respeto porque empezó una reforma muy en serio: sabe que la corrupción policial es la primera variable. Hoy me da la impresión de que está empantanado, porque ha perdido apoyo político.
–¿Cuál es la propuesta del ARI para la infancia?
–Lo principal es que se sancione la ley de protección integral. También una ley penal juvenil, que establece que todos los menores de 18 años son inimputables, pero son sujetos responsables. Hoy tenemos una verdadera aberración: la ley de patronato de 1919 para los menores de 16. Y para la franja de 16 a 18 años tenemos algo peor: un decreto de la dictadura. Queremos que la inimputabilidad suba a los 18 años, pero que se declare responsables a los menores de 14 a 18 años y tengan sanciones atenuadas.
–¿El Gobierno no impulsó esta reforma de las leyes de infancia?
–El año pasado, cuando fue la crisis de seguridad, el Gobierno tomó este proyecto: el ministro (de Justicia, Gustavo) Beliz lo llevó al Congreso y, luego, con la caída de Beliz, el gobierno no se ocupó más. Supongo que porque tenía otros temas...

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PAULA BERTOL
Una girl scout

Aunque no se define como una mujer de derecha, sino “de derecho”, Paula Bertol entró a la política de la mano del conservador Partido Federal. Recuerda que en 1988 conoció en un gimnasio a la esposa del dirigente Guillermo Francos (devenido cavallista) y él la llevó como asesora en el Concejo Deliberante. “A los 22 años, comencé a trabajar con los jóvenes federales. Había sido girl scout y me gustaba organizar cosas”, dice. Tras recibirse de abogada, cursó como mediadora en 1995 en la Universidad de Antioch, en Estados Unidos. De esa experiencia le queda su suavidad en la voz y su paciencia para los debates en la Legislatura porteña, donde es parte del bloque de los macristas jóvenes (llamados “los festilindo”).
Bertol no llegó a ser la segunda en la lista de diputados de Propuesta Republicana (PRO) por decisión de Mauricio Macri, sino por un fallo de la jueza María Romilda Servini de Cubría que, por el cupo femenino, envió al tercer lugar al médico Lorenzo Borocotó, ex aliado de Luis Patti. Bertol se pronunció contra el aborto en el Foro Internacional de la Mujer. “No soy feminista, sino femenina”, escribió en su propia página web.
–¿Se considera de izquierda o de derecha?
–Soy una mujer de derecho, porque defiendo la ley. Y, como mediadora, no entiendo la falta de diálogo que tiene el Presidente.
–¿Está cómoda en una lista con ex menemistas o ex aliados de Patti?
–Mauricio a mucha gente no le preguntó de donde venía sino a dónde iba. Me siento más cómoda con algunos que con otros.
–¿A qué temas se va a dedicar en Diputados?
–Me gustaría tener un eje en la prevención. La Guardia Urbana como perfil de preventora me parece una buena política.
–Fue una medida de la gestión de Aníbal Ibarra.
–Sí, claro. Que sea de Ibarra no la descalifica.
–¿Qué piensa de los operativos del Gobierno con los piqueteros?
–Me pareció muy electoralista, aunque son bienvenidos en la medida en que puedan ordenar. Estas personas son manipuladas por mercaderes de la miseria que lucran con ellos, como D’Elía o Pitrola. El Estado tiene que cortar la politización de este movimiento. Para mí, “orden” no es una mala palabra. Yo no cargo con una mochila pesada.
–¿El acto de la ESMA fue “revanchista”, como sostuvo el Partido Federal?
–Fue muy agresivo. ¿Por qué no hacer el museo sin sacar los institutos (militares de enseñanza)? No fue justo.
–¿Considera que la reapertura de los juicios a los represores es justa?
–Hay un tema de retroactividad de la ley que es complicado. En algún punto, me preocupa que la inconstitucionalidad afecte la seguridad jurídica, que está muy ligada al crecimiento de un país.

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MERCEDES MARCO DEL PONT
Un perfil propio

“El presidente (Néstor) Kirchner está generando las condiciones objetivas para otro proyecto de país, con desarrollo e inclusión social. Por eso, fui convocada para integrar la lista con mi apoyo crítico”, sostiene la economista Mercedes Marcó del Pont, que es la segunda en la lista de diputados que encabeza Rafael Bielsa. Como una de las economistas que fustigó las políticas neoliberales del FMI desde la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), se sabe con perfil propio dentro de una lista hegemonizada por el PJ porteño.
Tras recibirse de economista en 1982, Marcó del Pont hizo un master en 1987 en Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad de Yale y, desde 2001, es integrante del Plan Fénix, junto a Aldo Ferrer. Luego de ser asesora de gabinete del Ministerio de la Producción en los primeros meses de 2002, Marcó del Pont se fue desencantada con el rumbo económico que tomó Eduardo Duhalde. Este año se sumó a la lista del Frente para la Victoria, cuya campaña viene centrada en la figura del canciller.
–Cuando Bielsa tiene problemas de agenda, ¿por qué lo reemplaza su mujer y no otro de los candidatos como, por ejemplo, usted?
–Son imprevistos fuera de agenda. No fui convocada yo, sino los primeros candidatos, por lo que es una decisión personal de Rafael.
–¿Qué proyectos piensa llevar a Diputados?
–Desde el Congreso se van a dar debates importantes que tienen que ver con la cuestión distributiva. También la reforma tributaria está pendiente en nuestro país: si bien ahora es menos regresiva, sigue estando muy sustentada en los impuestos indirectos y no gravando a los sectores vinculados a la renta financiera.
–¿Cómo evalúa la política económica de Lavagna?
–Lavagna se ha manejado muy virtuosamente: la reprogramación de la deuda logró una relación con el FMI que no tenía tradición en la Argentina. Por otro lado, Macri es el representante cabal de una relación de subordinación absoluta de la Argentina respecto del FMI.
–¿Hay que seguir cumpliendo con los vencimientos al FMI o negociar una quita con el Fondo, como propuso el economista Joseph Stiglitz?
–Eso es bastante voluntarista. Es muy difícil que el Fondo pueda aceptar una quita. Sí hay un punto que vamos a tener que discutir: no es bueno que la Argentina utilice ahorro fiscal para desendeudarse. Los ahorros fiscales de excedente tienen que volcarse a políticas distributivas.
–El ARI critica al Gobierno que no haya universalizado los planes sociales.
–Lo que hay que universalizar son las instituciones del mercado laboral que existen hacia el sector no registrado del mercado de trabajo: las asignaciones por hijo, el salario mínimo y un seguro de desempleo.

Producción y reportajes:
Werner Pertot.