EL PAíS
› EL MINISTRO, EN EL JUICIO POR KOSTEKI Y SANTILLAN
Aníbal Fernández, a declarar
El titular de Interior, que era secretario general de la Presidencia cuando la masacre, irá al juzgado. Dice que su presencia aportará poco pero que no se niega a la Justicia.
“No tiene sentido mi presencia, pero por qué negarse a un pedido de la Justicia.” Como para no dejar dudas, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, ratificó que hoy se presentará en el Tribunal de Lomas de Zamora para declarar como testigo en el juicio que se sigue por los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. El funcionario, que durante la masacre de Avellaneda era secretario general del gobierno de Eduardo Duhalde, había sido citado por los abogados de la querella en julio. Sin embargo, en ese entonces no se presentó por “cuestiones de agenda”.
De esta forma, Fernández cumplirá con el pedido formulado por el Tribunal Oral 7, aunque no dejó de cuestionar la citación. “No tiene sentido. Desconozco lo que sucedió ese día. Me fui del país el 14 de junio, primero a Estados Unidos y después a Sudáfrica, por instrucción de Duhalde”, fue la tajante respuesta que dio el funcionario. Sin embargo, para algunos de los abogados querellantes el actual titular de Interior puede llegar a aportar datos interesantes para la causa. Puntualmente se buscará profundizar sobre el clima alentado en esos días por el entonces gobierno de Eduardo Duhalde, que terminó con la represión en el Puente Pueyrredón. En ese momento, Fernández estaba a cargo de la Secretaría General de la Presidencia, pero ayer descartó tener algún conocimiento sobre el operativo que se dispuso ese día. “Volví el 26 de junio a las 15 horas, y los chicos fueron fusilados literalmente el 26 de junio a las 13 horas, con lo cual desconozco qué sucedió”, señaló.
En caso de no presentarse, Fernández deberá explicar los motivos de su ausencia. Luego el tribunal tendría que disponer los recursos necesarios para tomarle declaración ya que el Código Penal de la provincia no permite ofrecer testimonio por escrito en los juicios orales. Tal fue el caso del presidente Néstor Kirchner, quien también había sido citado como testigo en la causa y mediante un documento se excusó de presentarse en el juzgado debido a sus deberes como funcionario público. Contra las intenciones de la querella, que busca avanzar sobre las responsabilidades políticas de la masacre, hasta el momento han sido pocos los funcionarios que se sentaron a declarar. Uno de los testimonios más esperados era el de Duhalde, quien finalmente quedó exento de presentarse por decisión del Tribunal, que ratificó el pedido realizado por el fiscal Bernardo Schell. El planteo se había orientado hacia otras dos causas vinculadas con la represión que también enfrenta el ex mandatario, con lo que Schell entendió que tomarle declaración testimonial podría violentar su derecho de defensa. Igual suerte corrieron algunos de sus ex colaboradores, entre ellos Jorge Matzkin, Alfredo Atanasof, Carlos Ruckauf y Juan José Alvarez.
La decisión fue cuestionada por los familiares de Kosteki y Santillán, ya que a su entender las investigaciones quedaron limitadas a los autores materiales de los dos asesinatos. Se trata del ex comisario Alfredo Fanchiotti y su chofer, el ex cabo Alejandro Acosta, acusados de doble homicidio y siete tentativas de asesinato. Además de ellos, están siendo procesados los ex policías Félix Vega, Carlos Quevedo, Mario de la Fuente, Gastón Sierra y Lorenzo Colman, pero todos ellos enfrentan el cargo de encubrimiento agravado.
Informe: Carolina Keve.