EL PAíS
› ANIBAL FERNANDEZ DECLARO POR KOSTEKI Y SANTILLAN
Tomando distancia de Duhalde
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, cumplió con la cita y se presentó a declarar como testigo ante el Tribunal Oral de Lomas de Zamora que sigue el juicio por los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Las preguntas se extendieron durante más de una hora. Sin embargo, fueron muy pocos los datos que aportó para la causa. Luego de insistir en que nada tuvo que ver con la represión que lo encontró a cargo de la Secretaría General de la Presidencia, el funcionario aprovechó para profundizar las distancias con el entonces presidente Eduardo Duhalde. “Su gobierno fue cambiando la política social. Adoptó una postura más dura y yo me aparté. Los problemas no se resuelven de una manera agresiva o desafiando”, fue uno de los disparos contra el ex aliado de la Casa Rosada.
–Más o menos tres semanas antes (del 26 de junio de 2002) se decía que había grupos que estaban dispuestos a provocar. Estaban dispuestos a cruzar el puente.
–¿Entonces el Gobierno ya había dispuesto que al puente no lo iban a cruzar?
–(El ex jefe de Gabinete, Alfredo) Atanasof insistía en el tema de que no iban a tomar el puente. Yo no estaba de acuerdo con esa política.
El diálogo prácticamente se repitió durante toda la audiencia. Si bien Fernández desvinculó al gobierno de Duhalde del operativo que terminó con dos muertos y 33 heridos, no dejó de remarcar las diferencias que mantenía con el ex primer mandatario en torno de las propuestas para hacer frente a la protesta social e incluso se permitió responderle a Chiche. “No me pueden decir ahora que no tienen relación con los piqueteros cuando Raúl Castells se sentaba en el living de Olivos a hablar con Duhalde”, deslizó. El titular de Interior reflotó la cuestión cuando los abogados de la querella lo interrogaron por las declaraciones que le propinó a la candidata del PJ hace un mes, donde le había advertido: “Que no me obliguen a tener que contar más cosas de las que conozco y las que produje”.
Según explicó ayer, apuntó a las relaciones que la gestión de Duhalde mantenía con agrupaciones piqueteras y no a la existencia de pruebas que pudieran involucrar al ex mandatario con los dos asesinatos. Siguiendo la misma dirección, Fernández volvió a hacer hincapié en la necesidad de mantener una política de diálogo con las agrupaciones sociales. La mención no pasó inadvertida. Durante las últimas semanas fue el funcionario que más ostentó una postura dura frente a las protestas. En contraste, el funcionario ayer recalcó: “Siempre privilegié el diálogo”. Más allá de los golpes al duhaldismo, las declaraciones de Fernández entraron en línea con la de los otros funcionarios que circularon hasta el momento por Lomas de Zamora. Aseguró que no tuvo nada que ver con la masacre de Avellaneda y rechazó tener conocimiento de que la Side haya recomendado la organización de un operativo que fuese “un caso testigo” para reafirmar la presencia del Estado frente a las protestas. Es más, retomó la hipótesis que se manejaba en el gobierno por esos días, alertando sobre un presunto golpe institucional. “El 21 hubo una reunión en el estadio de Gatica, donde se habló de lucha armada. Hubo gente que nos acercó esa información y aún conservo el casete con las discusiones”, apuntó Fernández refiriéndose a un encuentro que las agrupaciones piqueteras mantuvieron días antes de la represión para discutir el plan de lucha. Según destacó, por ese entonces era fluida la relación que tenía con los movimientos de desocupados, incluyendo a Darío Santillán. “Debo ser el primer funcionario que entró en contacto con piqueteros. Así conocí a Santillán. Era la honestidad y vocación puesta de manifiesto”, concluyó. En el fondo, los suspiros del público por primera vez rompieron el silencio.
Informe: Carolina Keve
Subnotas