Cinco bancos en una sola madrugada. Cuatro del Banco Francés, uno del Scotibank-Quilmes. Los operativos no fueron idénticos, pero el parte es el siguiente: en los cinco casos llegaron individuos en coches, en cuatro de los bancos usaron barras de acero o piedras y rompieron los vidrios de los cajeros automáticos o de las puertas principales; en el caso restante, tiraron kerosén y papeles, produciendo un monumental incendio que destruyó la sucursal por completo. En sólo uno de los hechos se robaron algo, una computadora. No hubo volantes ni reivindicaciones, pero en los bancos, el Gobierno, la SIDE e incluso en algunas organizaciones de izquierda se encendieron las luces de alarma. En la Casa Rosada dicen: “Hay bronca contra los bancos y aparecen las patotas que se la agarran con las sucursales”. En el ambiente policial no faltan los que aseguran que “en algunos de los casos estamos ante la obra de grupitos violentos de izquierda”. En la izquierda contestan: “Son agentes de la SIDE, la mano de obra de siempre”.
Los llamativos hechos se produjeron en la noche del lunes al martes, entre la una y las cinco de la mañana.
Hecho uno: Banco Francés de Villa Urquiza, Triunvirato 4264. A las 3.30 entra un grupo de personas al cajero automático. Pone un neumático de automóvil, lleno de kerosén y con papeles arriba. No hubo robo del cajero ni faltó nada. El único objetivo: quemar el banco, cosa que consiguieron, ya que la enorme sucursal de casi 50 metros de extensión quedó totalmente destruida.
Hecho dos: Scotiabank de 7 entre 46 y 47, La Plata. A la una de la mañana llegan individuos en un coche, se bajan con piedras y destruyen la puerta del cajero automático y parte de los vidrios de la sucursal. No hay intento de robo. El único objetivo: atacar el banco.
Hecho tres: Banco Francés de 48 entre 8 y 9, La Plata. A la una y quince aparece una patota que podría ser la misma que actuó en el banco anterior, aunque nadie los vio, de manera que es imposible saberlo. Se bajan y otra vez con cascotes grandes destruyen la puerta principal de la sucursal. No hubo robo, el objetivo fue, nuevamente, atacar el banco.
Hecho cuatro: Banco Francés de avenida 44 y 139, La Plata. A la 1.30 llega una patota en auto, que bien podría ser la misma que actuó en los casos anteriores, aunque tampoco hay testigos. Se bajan y rompen los vidrios del cajero automático y las puertas del banco. Un hecho curioso: el encargado del edificio del Senado, que queda en las inmediaciones, sostiene que robaron a esa misma hora las dos banderas argentinas que estaban colgadas en la puerta del edificio. Tampoco hubo robo.
Hecho cinco: Banco Francés de San Martín y Lamadrid, zona sur de Rosario. A las cuatro y media de la mañana, llega un grupo de cuatro o cinco personas en un Fiat Uno o Spazio. Los desconocidos estaban armados con barras de hierro con las que empiezan a destrozar los vidrios de la entidad bancaria. Empiezan a sonar las sirenas, pero el grupito alcanza a ingresar al banco y se lleva una CPU de una computadora. Después de algunos segundos, se suben otra vez al vehículo y se dan a la fuga. El ministro de Gobierno de Santa Fe, Esteban Borgonovo, le dijo a Página/12 que “estamos en plena investigación. Esperamos que nos lleguen las grabaciones del circuito cerrado de video del banco. Ahí tal vez podamos reconstruir lo que pasó y, si tenemos suerte, identificar a alguno de los atacantes”.
En la Casa Rosada se preocupan por aclarar que no hay conexión entre los hechos. “No estamos ante una organización que decidió romper bancos en todo el país y actúa en forma coordinada. No hay volantes, no quedaron inscripciones, nadie reivindicó lo hecho”, le dijo a este diario una alta fuente de seguridad.
–Bueno, usted igual tendrá que reconocer que no es muy habitual que la gente rompa bancos y que haya cinco casos en una noche, sin que roben prácticamente nada –.insistió Página/12.
–Es posible que en el caso de los tres bancos de La Plata haya actuado el mismo grupito, pero nuestra impresión es que hay bronca contra los bancos y entonces aparecen las patotas que se descargan rompiendo algunas entidades –concluyó el hombre del Ejecutivo.
Aunque no se atreven a decirlo en público, en los bancos creen que el Gobierno ha dejado correr a los que atacan bancos: “Los supuestos ahorristas van y rompen todo y nadie los para. Eso lo vemos tres veces por semana. No es un secreto que estamos negociando duramente con el Gobierno y no nos extraña que pretendan apretarnos de todas las formas posibles. El mensaje que nos quieren mandar sería ‘arreglen de una vez con nosotros porque de lo contrario esto (la violencia) se vuelve imparable’”, razonó anoche un banquero ante este diario.
Hace dos semanas, Página/12 publicó un volante de un supuesto Comando Nacionalista Ricardo López Jordán en el que ese desconocido grupo nazi anunciaba que atacaría distintos bancos, entre ellos el Francés y el Scotia. En fuentes policiales, sin embargo, sugieren que hay un grupito de izquierda –del que ni siquiera saben el nombre– actuando en la zona de La Plata y les adjudican a militantes de esa organización el raid de la noche del lunes.
Lo concreto es que todas las variantes son llamativas y dudosas. Y tal vez lo más llamativo es que en los ataques actuaron al menos unas quince personas y por ahora no hay ni un solo detenido y además nadie vio nada.