“Hemos llegado al final del proceso de renovación de la Corte Suprema”, dijo el titular de la Comisión de Juicio Político, el diputado tucumano Ricardo Falú, cuando comenzó su alegato contra el último de los integrantes de la denominada mayoría automática del menemismo, Antonio Boggiano. Para el legislador, este proceso es “una de las más trascendentes obras institucionales de la historia contemporánea argentina”. Como pocos, el juicio contra Boggiano dividió aguas dentro del oficialismo. No fueron pocas las voces que desde la Rosada le manifestaban su solidaridad al juez de la Corte, mientras los diputados iniciaban la acusación. El proceso le costó a Falú cierto ostracismo político. Por lo menos rompió los puentes que tenía con el kirchnerismo.