EL PAíS
› INSOLITAMENTE, ACEPTO UN RECURSO DE RIOS EREÑU
Otro favorcito de la Corte
› Por Luis Bruschtein
En una actitud inusual y al mismo tiempo inquietante, la Corte recogió un recurso de queja presentado por el ex jefe del Estado Mayor del Ejército, general Héctor Ríos Ereñú, luego de que su demanda contra el ex capitán José Luis D’Andrea Mohr, un ex militar comprometido en la defensa de los derechos humanos, acumulara dos sentencias desfavorables. Ríos Ereñú había demandado a D’Andrea Mohr por el libro El escuadrón perdido, que alude a la responsabilidad de las Fuerzas Armadas por la desaparición de 129 soldados durante la dictadura militar.
El punto que motivó la demanda “por daño moral” presentada por Ríos Ereñú, y por la cual pretendía una indemnización de 50 mil dólares, se refería a la desaparición del soldado José Hernández, que revistaba bajo las órdenes de Ríos Ereñú cuando era jefe del Regimiento de Infantería de Monte 28 de Tartagal. El ex jefe de Estado Mayor durante la presidencia de Raúl Alfonsín también incluyó en su demanda a Federico Mittelbach, quien prologó el libro, y a la editorial Planeta, que lo editó.
El fallo en primera instancia fue contrario al demandante, como sucedió cuando pasó a la Cámara de Apelaciones en lo Civil. En su defensa, Ríos Ereñú había declarado que la desaparición de Hernández no había ocurrido en el período en que era jefe de ese regimiento. Pero la documentación que envió el mismo Ejército demostró lo contrario. El fallo de primera instancia no sólo fue desfavorable para Ríos Ereñú, sino que además fue tomado como ejemplar y presentado por la publicación Jurisprudencia Argentina. El segundo fallo incluía una larga referencia al principio de “real malicia”, por el cual el demandante no sólo debía probar que no era cierto lo que se afirmaba en el libro, sino que además debía demostrar que el autor había publicado información en conocimiento de esa falsedad. Ríos Ereñú ni siquiera pudo demostrar que la información era falsa.
Tras los dos reveses, el militar retirado insistió con un recurso extraordinario ante la Corte Suprema, que debía ser viabilizado por la Cámara, que volvió a rechazarlo. Como último intento, Ríos Ereñú presentó un planteo de queja ante la Corte, pese a que D’Andrea Mohr ya había fallecido. En medios tribunalicios se estima que normalmente la Corte Suprema rechaza casi todos los recursos de derecho común porque no se los considera como un derecho sino como un recurso extraordinario que se interpone ante lo que se supone que sean graves irregularidades.
En ese sentido, es una decisión inusual, aunque no hubo pronunciamiento. La Corte pidió el expediente a la Cámara y al juzgado de primera instancia al que había regresado. Ríos Ereñú fue jefe de Estado Mayor durante la presidencia de Raúl Alfonsín, en la que Horacio Jaunarena se desempeñaba como su ministro de Defensa. El hecho de que Alfonsín tenga injerencia nuevamente en el Poder Ejecutivo a través de la alianza del justicialismo y el radicalismo bonaerense y de que Jaunarena sea el actual ministro de Defensa despertó la inquietud de los abogados defensores, ya que solamente una fuerte presión política podría explicar esa decisión.
De todos modos, a partir del 13 de mayo, la queja fue a la Procuraduría General porque la Corte le habría pedido un dictamen. Si este contradice a los anteriores, la Corte podría resolver directamente o mandarla otra vez a la Cámara para que dicte una nueva sentencia.
Esta movilización del aparato judicial sin que exista explicación convincente, por una demanda civil que ya tuvo dos sentencias, y en el marco de un país atormentado por la crisis y sus derivaciones legales que seguramente desbordan la capacidad de la Corte, ha despertado sospechas frente a esta decisión de una Corte al borde del juicio político, acusada de ser demasiado influenciable por el poder político.