Tras conseguir el respaldo a su gestión a través de los votos, Néstor Kirchner busca ahora consolidar poder con el apoyo explícito de los gobernadores. Por eso la ronda de encuentros iniciada el martes con el bonaerense Felipe Solá y el jujeño Eduardo Fellner continuó ayer con el riojano Angel Maza, el sanjuanino José Luis Gioja y el cordobés José Manuel de la Sota, con quienes intercambió felicitaciones y analizó los resultados de las elecciones del domingo.
Kirchner había hablado con Solá de la necesidad de avanzar sobre los espacios institucionales y partidarios de la provincia, hasta el momento en manos del duhaldismo.
Con Maza, un ex ultramenemista devenido en kirchnerista, el Presidente analizó la suerte de la curtiembre Yoma y, obviamente, el hecho histórico de haber derrotado a Carlos Menem en las urnas. El gobernador riojano se quedó, además, con el dominio casi absoluto de la Legislatura unicameral. “Kirchner nos agradeció y dijo que iba a ir a La Rioja después de la Cumbre de las Américas”, señaló Maza, quien confió que el Presidente también le pidió mantener armada la estructura del Frente para la Victoria.
No es un dato menor: tanto con Maza como con Gioja y De la Sota, el Presidente analizó la futura conformación del Congreso, en donde el kirchnerismo tiene quórum propio en el Senado, pero le restan algunos diputados para alcanzarlo en la Cámara baja. En ese sentido, se sabe que muchos legisladores responden a instructivas de sus respectivos gobernadores.
“Estudiaron cómo aprovechar el envión que le dieron los votos. Además, hay leyes importantes por votar y tenemos que estar todos unidos”, señaló a este diario un habitante de Balcarce 50.
Kirchner también se reunió con De la Sota. Ambos se vanagloriaron de un pragmatismo que le permitió compartir candidatos en una misma lista y olvidar, al menos por ahora, viejos rencores. Eso sí, el Presidente no piensa dejar de lado tan fácilmente la transversalidad. Por eso su agenda tendrá hoy un lugar para Luis Juez, además de Jorge Busti. El intendente de la capital cordobesa y el gobernador entrerriano son sólo dos nombres de una nutrida agenda.
De hecho, además de los gobernadores, ayer fueron decenas las personas que visitaron el despacho presidencial para evaluar escenarios postelectoral. Estuvo el trío mentor del desembarco kirchnerista en tierras duhaldistas: los intendentes Alberto Balestrini (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingo), Julio Pereyra (Florencio Varela) y Mario Ishii (José C. Paz). Hubo felicitaciones a rolete. Se trata, al fin, del grupo de intendentes que tiempo atrás supieron responder a Eduardo Duhalde pero que para las elecciones decidieron dar el salto hacia el kirchnerismo. Se trata de un cambio de barco que ahora se espera repliquen algunos jefes municipales que en esta elección se mantuvieron bajo la férula duhaldista, como por ejemplo Hugo Curto (Tres de Febrero).
Otro de las visitas a la Rosada fue la de Alicia Kirchner, quien resultó senadora electa por Santa Cruz, donde el Frente para la Victoria ganó con el 58 por ciento de los votos. La todavía ministra de Desarrollo Social congenió con su hermano aspectos de lo que se anunciará hoy en materia de ayuda social.
En el mundillo político se generó un misterio sobre el contenido del acto, sobre todo porque se especuló que allí Kirchner anunciaría el nombre del reemplazante de Alicia, y los de José Pampuro y Rafael Bielsa, quienes abandonarán la cartera de Defensa y Relaciones Exteriores para asumir como senador y diputado respectivamente.
Si bien Kirchner es afecto a la sorpresa, en Gobierno juran y perjuran que esos anuncios no ocurrirán hasta después de la Cumbre de las Américas, que se desarrollará en Mar del Plata entre el viernes y sábado de la próxima semana.