Por Mercedes López
San Miguel

Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia y autodenominado líder de los movimientos sociales de ese país, dialogó con Página/12 horas antes de subirse al expreso rumbo a Mar del Plata. El candidato mejor posicionado para los comicios del 18 de diciembre asistirá a la Cumbre paralela de los Pueblos “para intercambiar experiencias de lucha en Latinoamérica”.
–¿Qué viene a compartir con la Argentina?
–Por empezar, nuestra presencia: la fortaleza de los movimientos sociales con los antiglobalizadores y los dirigentes, en conjunto estamos en permanente lucha sindical, social, comunal. Ahora en Bolivia estamos en lucha electoral y encabezamos las encuestas. Hay una esperanza de escuchar a ese Evo Morales y conocer esas luchas de los movimientos sociales orientadas en Bolivia en tres cosas. Primero, cómo refundar el país mediante la Asamblea Constituyente, significa que los pueblos indígenas, los campesinos excluidos mediante un modelo neoliberal, apostamos a ser actores de nuestro propio desarrollo, acabar con ese modelo. Es decir, que los recursos naturales sean el nuevo régimen económico de la nueva Bolivia con justicia y equidad, vivir en la diversidad. Segundo, nacionalizar los recursos naturales (especialmente los hidrocarburos, el gas natural), y tercero, acabar con las formas de concesionar o privatizar los recursos naturales. Un nuevo modelo de redistribución de la riqueza. El ALCA y la deuda externa son instrumentos de sometimiento, que tienen que ver con el comercio. Queremos propuestas para acabar con la pobreza, no fomentarla.
–¿Podría ingresar Bolivia al Mercosur?
–Cualquier espacio de intercambio comercial debe ser importante, pero fundamentalmente debe ser para los pobres, los pequeños empresarios y productores pequeños y no para empresas transnacionales que eliminan al pequeño productor y a veces quieren hacer desaparecer a los indígenas expropiando sus tierras.
–Estados Unidos advirtió que su figura es “desestabilizadora”, emparentándolo con Hugo Chávez. Teniendo en cuenta que va favorito en los sondeos, ¿cómo sería la relación con Estados Unidos en un gobierno suyo?
–Nosotros no necesitamos relaciones de sometimiento, sino de respeto mutuo, orientadas a resolver el problema de las mayorías nacionales y no defender solamente las transnacionales. Decir eso es una intromisión, es una amenaza de Estados Unidos. Que mejor respete las decisiones soberanas y legítimas de las democracias en América latina. El pueblo latinoamericano está diciendo “no” a las bases militares y debería respetarlo. Los problemas sociales, de salud y educación no se resuelven con bases militares. Se resuelven con programas que vengan de los pueblos. Bush dice que hay que luchar contra la corrupción. Por qué Washington encubre al corrupto Sánchez de Lozada (N. de la R.: el ex presidente está asilado en Miami) y no lo expulsa.
–En su programa, cómo ve la relación con la Argentina y el gobierno de Néstor Kirchner, siendo que existen contratos gasíferos de ambos países.
–Respeto al presidente Kirchner. Tenemos mucho que hacer entre los países vecinos. Los convenios serán respetados.
–¿No entra en contradicción con la nacionalización del gas que usted propugna?
–Vamos a nacionalizar. Los negocios deben ser de Estado a Estado y no de transnacional a transnacional. Nosotros vamos a refundar nuestras empresas del Estado. Vamos a ejercer el derecho de propiedad. Y ahora es verdad que necesitamos inversión, siempre que las empresas se subordinen al Estado. Debería haber una moneda única en Sudamérica, como en Europa.
–¿Qué opina del anillo energético?
–No puede haber anillo energético sin Bolivia. Lo que hay que hacer con Argentina, Brasil, Venezuela es una estrategia energética para resolver no sólo los problemas nacionales, también de Latinoamérica. La base de un nuevo modelo económico deben ser los recursos naturales. Habrá que acelerar el proceso.
–¿Santa Cruz podría boicotear los comicios?, ¿qué va a pasar hasta el 18 de diciembre, día del sufragio?
–Frente al avance del MAS en los sondeos, el asunto de los escaños pasó de ser un problema constitucional a político. El presidente actuó frente a la incapacidad del Congreso para llevar adelante los comicios. Están garantizadas las elecciones. Son algunos grupos oligárquicos, no todos, que quieren robar el triunfo de Evo, de los movimientos sociales.
–¿Cuál es la vía para resolver las aspiraciones autonómicas de Santa Cruz?
–Autonomía de los pueblos, nacionalidades, los indígenas, eso luchamos, no la autonomía para la burguesía. Esa es nuestra propuesta. La Asamblea Constituyente tendrá que decidir sobre las autonomías.
–Si el MAS no obtuviera la mitad más uno y tuviera que definirse la votación en el Congreso, ¿podría haber una alianza de la derecha?
–Ninguno de los candidatos está planteando un cambio estructural. Doria Medina y Tuto Quiroga quieren mantener el modelo económico. Nosotros vamos a apostar para ganar con el 50 más uno, porque en las dos elecciones nacionales que participamos siempre nos minimizaron las encuestas. En el ’97 triplicamos la encuesta y en 2002 fuimos la segunda fuerza política. Ahora dicen que tenemos un 38 por ciento, si lo triplicamos, ganamos por lejos.
–¿En su agenda va a estar la cuestión de la salida al mar?
–Es una cuestión de Estado. Si Chile quiere diplomacia, va a tener que dar el mar a Bolivia. El Estado boliviano tiene apoyo internacional.
–En general, cuando están cerca de ganar las elecciones los candidatos se alejan de los movimientos sociales. Usted está aquí en esta cumbre, ¿no tiene miedo que eso le afecte?
–Yo vengo de los movimientos sociales no sólo de Bolivia sino de Latinoamérica.