La alianza de la derecha parlamentaria avanzó algunos casilleros en su consolidación. El ex ministro Ricardo López Murphy y el gobernador neuquino Jorge Sobisch dieron ayer un primer paso para superar sus divergencias y sellaron con el diputado electo Mauricio Macri el compromiso de un trabajo conjunto en el Congreso. López Murphy y Sobisch compartieron un lunch en la casa de Macri y, aunque el clima fue cordial, volvieron a surgir las diferencias entre los dos primeros. “No fueron saldadas, y quizá nunca se logre eso del todo, pero quedaron en seguir hablando y en trabajar para que no impidan el trabajo parlamentario”, relató a Página/12 un miembro del equipo de López Murphy. Un cálculo optimista de la gente de PRO aventura una bancada de unos 25 diputados, sumando al Grupo Federal que integran otros representantes provinciales. Esto los transformaría en la tercera fuerza en Diputados.
“Se decidió conformar un ‘interbloque federal’ en la Cámara, que incluso podría quedar con ese nombre, para trabajar juntos determinados temas y coyunturas”, describió un vocero del macrismo a este diario. “Fue una reunión constructiva y positiva mirando al futuro, no para atrás”, enfatizó esa fuente al ser consultada por las discrepancias públicas que mantuvieron López Murphy y el ex aliado de Carlos Menem.
“Cada uno va a seguir en su bloque, pero se trata de sumar voluntades. Se puede decir que hubo un acercamiento entre ambos, hubo respeto”, completó el macrista. Y aclaró que “no se habló de candidaturas”, en alusión a las aspiraciones de dos de los comensales, el presidente de Boca y el neuquino. Pero sí fue reafirmado el interés compartido de impulsar a Propuesta Republicana y a sus aliados como una fuerza nacional para enfrenar al oficialismo en 2007.
Las conversaciones, que se extendieron durante casi dos horas, giraron en torno de “reorganizar” el vínculo entre la bancada PRO, que agrupa a diputados de Compromiso para el Cambio y Recrear, y el Interbloque Federal, integrado por legisladores provinciales, entre ellos los sobischistas del Movimiento Popular Neuquino. “No se avanzó en definir quién funcionará como líder de ese grupo parlamentario, y tal vez haya que esperar a después del 10 de diciembre” cuando asuman los nuevos diputados, consignaron las fuentes. Sin embargo, quedó establecido que Macri recibirá el apoyo de los legisladores de Compromiso para el Cambio y de Recrear para ocupar ese lugar de liderazgo.
Desde el sector de López Murphy recordaron que esta conformación de interbloque “ya funcionó en algún momento” y ahora se trata de incluir a los diputados electos por PRO y por el MPN (Movimiento Popular Neuquino). Las diferencias que no pudieron ser resueltas, sándwiches de miga mediante, “no son nada personal” sino que tienen que ver con las críticas hacia la gestión de Sobisch en su provincia: la reforma constitucional, los funcionarios afines en la Corte, el manejo de la publicidad oficial y la prensa y el uso de los fondos que surgen del petróleo. “López Murphy cree que tiene que ser como en Chile o en Noruega, donde el dinero de un recurso no renovable hay que invertirlo y gastar la renta, no la ganancia”, explicó la fuente.
Sobisch y Macri han mantenido frecuentes encuentros, pero hacía años que López Murphy no se reunía con el gobernador de Neuquén. Aunque ayer acordaron “salir a caminar el país para fortalecer el espacio”, la tensión que existe entre ambos no pudo ser disipada. Uno se niega a postergar la discusión de fondo sobre sus diferencias, otro se resiste a sacarse la “foto” como si nada hubiera ocurrido, pero todo indica que se impuso la necesidad de unificar criterios cuando sus hombres lleguen a las bancas. Si bien López Murphy quedó debilitado por el pobre papel que alcanzó Recrear en las elecciones, aun así en su entorno se jactan de poder aportar al Congreso mayor fuerza que el MPN: Sobisch dos, López Murphy cuatro. El Bulldog había señalado alguna vez que su límite era Jorge Sobisch. Al parecer ahora corrió un poco su propia valla, en pos del pragmatismo que impone la futura labor parlamentaria.