El viaje estaba previsto para la semana pasada, pero el Presidente lo suspendió por una molestia estomacal. Esta vez se dio el gusto. Néstor Kirchner se instaló en su casa de El Calafate, frente al lago Argentino. Es la segunda vez en tres semanas que descansa en su vivienda de fin de semana. La anterior estadía, hace quince días, motivó especulaciones y versiones sobre un cambio de Gabinete. Cambio que se conoció poco después. “Es un fin de semana de descanso, nada más”, advirtió ayer a Página/12 uno de los hombres de confianza que acompaña a Kirchner en el sur.
El Presidente había viajado a Río Gallegos el jueves a la tardecita. El viernes a la noche siguió viaje hacia El Calafate. En el Tango 01 lo acompañaron su esposa Cristina Fernández; el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga; el secretario legal y técnico Carlos Zannini, y el médico presidencial Luis Buonomo. Luego se sumó otro infaltable personaje del círculo de confianza de Kirchner, el empresario de medios Rudy Ulloa Igor.
A diferencia de Buenos Aires, donde el sábado fue lluvioso y algo frío para esta, época del año, en El Calafate hubo sol y una temperatura agradable: 15 y 16 grados. Kirchner no modificó demasiado sus hábitos de fin de semana. Compartió un asado con sus allegados, caminó por los jardines, habló por teléfono. El jueves pasado, en la ceremonia de la jura de los nuevos ministros, le había anticipado al intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, que postergaba todas las conversaciones pendientes para después del fin de semana. “Me voy a descansar al sur”, dijo.
Esta semana, la agenda presidencial tiene tres temas importantes. La asunción de los diputados electos y la elección de las nuevas autoridades del Congreso, el viaje a Montevideo para una nueva cumbre del Mercosur y, sobre todo, la puesta en marcha del plan de Felisa Miceli para contener la escalada de precios (ver página 3). Tras el descanso de tres días en Santa Cruz, Kirchner regresará hoy a la noche a Buenos Aires. Apenas llegue se instalará en la quinta presidencial de Olivos.
El sábado, circuló una versión en Río Gallegos sobre una supuesta visita rápida de Kirchner al hospital Regional de la capital santacruceña para hacerse un chequeo. Un allegado al Presidente, que lo acompaña en el sur, desmintió tajantemente esa versión. “El único que fue a un hospital fue (Luis) Buonomo. Estuvo en el hospital de El Calafate, donde hizo algunas operaciones. A la gente le gusta saber que es operada por el médico del Presidente”, dijo la fuente a Página/12. Tras el retorno a Buenos Aires, Kirchner monitoreará el acuerdo de los gremios con Aerolíneas Argentinas.
Además de monopolizar las tapas de los diarios, fue el tema más resonante de la última semana. El jueves, mientras Kirchner volaba a Río Gallegos, en la Rosada se escuchaban versiones de que el Presidente aprovecharía el fin de semana para pensar cambios en el área de Transporte. Habrá que ver.