EL PAíS
› UNA ABRUMADORA MAYORIA DE DIPUTADOS IMPUGNO EL DIPLOMA DE LUIS PATTI
“Hay más que una banca en juego”
Con 212 votos afirmativos, ocho en contra y nueve abstenciones, fue impugnado el diploma del policía por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Ahora será tratado por la Comisión de Peticiones, al igual que el de Borocotó, quien sí pudo jurar.
› Por Adriana Meyer
Lo intentó, se sentó en la banca, dijo que era “la primera vez que un policía llega a este sitio”, pero se tuvo que ir. La Cámara de Diputados impidió ayer, por enorme mayoría, que el ex subcomisario y diputado electo Luis Abelardo Patti, acusado por gravísimos crímenes de lesa humanidad, asumiera como legislador en el cargo que ganó en las elecciones de octubre, en alianza con el duhaldismo residual. “Lo que está en juego acá no es una banca sino la salud moral de la República”, expresó con toda su voz el diputado Miguel Bonasso durante la caliente sesión preparatoria prevista para la jura de los legisladores y la elección de autoridades de la Cámara baja, mientras la barra de Patti gritaba desde los palcos. “Escucho ‘viva Videla’ y no puedo creer que alguien en el recinto de la democracia grite eso”, se horrorizó ese legislador cuyo discurso era interrumpido en forma permanente por la hinchada del ex subcomisario. Doscientos doce diputados votaron a favor de la impugnación del diploma de Patti, ocho lo hicieron en contra y nueve se abstuvieron. El otro cuestionado de la jornada era el médico Eduardo Lorenzo “Borocotó”, quien sí pudo jurar, aunque lo hizo en medio de un sonoro abucheo.
“No miremos la historia con un solo ojo, y menos con el izquierdo”, advirtió Patti cuando se animó a hacer uso de la palabra, mientras desde otro palco le gritaban “asesino”, “cobarde”, “picanero” y “no hay perdón para vos”. Militantes de Abuelas de Plaza de Mayo, entre ellos los nietos recuperados Horacio Pietragalla Corti, Gastón y Manuel Gonçalvez, habían colgado una bandera con la consigna “Patti genocida”. Minutos antes, Pietragalla había saludado arrojando un beso con la mano a Estela Carlotto, quien acudió para la jura de su hijo, Remo. Este diputado fue otro de los impugnantes de Patti. “No puedo imaginar compartir pasillos con alguien que tiene las manos manchadas de la sangre de nuestros compañeros”, dijo Remo Carlotto a su turno.
Poco antes de la ceremonia se enfrentaron dos grupos en la puerta del Congreso. Unos gritaban “Patti asesino”, los otros “montonero”, como si fuera un insulto. En las paredes exteriores del Palacio quedaron las pintadas en aerosol en su contra. La sesión que comenzó pasadas las 11 generó un clima de tensión política, similar a la que tuvo lugar en 1999 cuando había resultado electo el ex gobernador de Tucumán Antonio Domingo Bussi. Pero a diferencia de aquella en la que Bussi nunca vino a buscar su cargo, ayer el represor hizo su aparición en el recinto, habló y antes de que se votara la impugnación a su diploma se retiró saludando y diciendo: “Me voy con el pueblo, que es el que me votó”. Patti insistió en que no tiene causas abiertas y vociferó: “La justicia de la democracia me sobreseyó, en esta casa no hay que mentir”.
Sin embargo, tal como había expresado Bonasso en su discurso, Página/12 verificó con una alta fuente judicial que el ex intendente de Escobar está procesado por el encubrimiento del teniente coronel Jorge Granada y del coronel Jorge Luis Arias Duval. Estos dos represores, acusados por la desaparición y muerte de varios militantes en 1980, fueron protegidos por Patti cuando la Justicia los requería en ese caso. La Cámara Federal confirmó el procesamiento hace dos años, por lo cual el expediente está a punto de ser elevado a juicio oral. Por este motivo Bonasso había instado a sus colegas a rechazar el diploma de Patti. “De lo contrario estaremos aprobando la impunidad para ponerse a disposición de la Justicia”, exhortó. Diana Conti, Carlos Tinnirello, Claudio Lozano, Eduardo Macaluse e incluso Jorge Vanossi se sumaron a las impugnaciones.
La sesión continuó cuando el romerista José Manuel Urtubey leyó las impugnaciones presentadas contra Patti, Borocotó y la kirchnerista mendocina Susana Genem. Acto seguido, la diputada kirchnerista por Convergencia Araceli Méndez de Ferreyra comenzó a argumentar su impugnación contra Patti, pero la barra del represor tapaba su discurso. Luego habló Bonasso, quien comenzó diciendo que “la voluntad popular no es irrestricta, y si se pronunciara por la pena de muerte no podría imponerse”. El legislador acusó a Patti de mentir en cuanto a su situación judicial y en tal sentido enfatizó que tanto la causa por el asesinato de los militantes Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, como la que investiga la desaparición de Gastón Gonçalvez están en pleno trámite. Fue el diputado Tinnirello quien se encargó de recordar el paso de Patti en la intervención de Catamarca durante el caso María Soledad. “Trató de lavarles la cara a los Luque y a los Saadi... el policía perfecto, tratando de desviar la investigación hacia el crimen pasional”, expresó.
Patti sólo fue apoyado por el discurso de su adherente Juan Carlos Bonacorsi, y por el duhaldista Jorge Landau, quien hizo una defensa más bien técnica. Al momento de la votación, los ex duhaldistas lo dejaron solo. Los únicos que se pronunciaron a favor de la jura del ex subcomisario fueron los adolfistas María Torrontegui, Luis Lusquiños y Claudio Poggi, los riquistas Hugo Franco, Jorge Garrido Arceo y María del Carmen Rico, y los bussistas Roberto Lix Klett y Eusebia Jerez. Votaron en su contra los diputados del PJ-Frente para la Victoria, el ARI, la UCR, el interbloque PJ puntano, el macrismo, el socialismo, la CTA y la izquierda. Hubo nueve abstenciones, entre ellas la de Borocotó, Luis Barrionuevo, Graciela Camaño y Carlos Ruckauf. Su diploma será analizado ahora por la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, en cuyo ámbito defenderse.
Acto seguido se produjo la jura de los diputados agrupados por distrito y según la fórmula elegida. Hubo cierta sorpresa, incluso en el oficialismo por la deserción de Rafael Bielsa, quien ocupará la embajada en Francia en lugar de su banca (ver página 4). Apartándose del protocolo, la entrerriana Blanca Osuna y la chaqueña Gradys Zotto incluyeron a los desaparecidos en su juramento. Llamó la atención que Elisa Carrió prestara juramento sólo por la Constitución y la Patria. Y algunas fotos hubieran querido ser evitadas como la que reunió al kirchnerista Carlos Kunkel con la duhaldista Mabel Müller.
El Congreso ayer demostró no haber olvidado las palabras del diputado Alfredo Bravo, cuando durante la sesión contra la asunción de Bussi expresó que de aquella votación dependía que esa institución “siga siendo honorable o reciba el oprobio de la población”.
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