EL PAíS
“Cada persona tiene el derecho a tener una lápida con su nombre”
Así, siete diputados suecos exigieron al uruguayo Jorge Batlle que busque y entregue los restos de la nuera de Juan Gelman.
“Estamos seguros de que comparte usted la idea de que cada persona tiene el derecho básico a una tumba y a una lápida con su nombre, a fin de devolverla a su propia historia y a la historia y la cultura de nuestra civilización.” Con estas palabras, siete diputados suecos le escribieron al presidente uruguayo, Jorge Batlle, para pedirle que busque y entregue los restos de la nuera del poeta Juan Gelman, secuestrada en la Argentina y asesinada en Uruguay durante las dictaduras militares de ambos países. El reclamo se suma al que hicieron quince legisladores europeos y respaldaron argentinos.
La carta firmada por parlamentarios suecos de todos los partidos políticos fue enviada el 1º de junio pasado desde Estocolmo. “Estamos hondamente preocupados por el destino de María Claudia Irureta Goyena de Gelman, ciudadana argentina asesinada en Montevideo durante el régimen militar. Le solicitamos que se haga lo necesario para encontrar y devolver a su familia los restos de María Claudia, sepultada en algún lugar de Montevideo”, afirmaron.
El mensaje fue firmado por Eva Zetterberg, vicepresidenta del Parlamento, Partido de la Izquierda; Rose-Marie Frebran, vicepresidenta del Parlamento, Partido Demócrata Cristiano; Berndt Ekholm, Partido Socialdemócrata; Iselotte Wagö, Partido Moderado; Marianne Andersson, Partido de Centro; Karl-Göran Biörsmark, Partido Liberal, y Marianne Samuelsson, Partido de los Verdes.
La nuera de Gelman fue secuestrada en Buenos Aires el 24 de agosto de 1976 –a los 19 años– junto a su esposo Marcelo Gelman. Estaba embarazada de ocho meses y medio. La mujer fue conducida al centro clandestino de detención Automotores Orletti, donde operaban, dentro del Plan Cóndor, militares y policías de otros países latinoamericanos. Luego fue llevada a Montevideo, a un edificio del Servicio de Información de Defensa (SID), en Bulevar Artigas y Palmar. Probablemente el 1º de noviembre de 1976 dio a luz a su hija en el Hospital Militar de esa ciudad y pocos días después fue nuevamente conducida al SID. Cerca de la Navidad fue sacada con su niña y llevada a otro campo de concentración, llamado Valparaíso. Allí habría sido asesinada a mediados de enero de 1977. Su hija fue hallada a principios de 2000; ella sigue desaparecida.
Al declarar en Buenos Aires en la causa en la que se investiga el Plan Cóndor, el senador Rafael Michelini –hijo de Zelmar Michelini, asesinado en mayo de 1976 en Buenos Aires– dijo que Batlle le aseguró que María Claudia había sido asesinada por personal militar uruguayo. El verborrágico presidente oriental habría admitido en conversaciones privadas con políticos de su país que el capitán de la Guardia Metropolitana Ricardo Medina Blanco fue el asesino de la joven.
En abril, quince diputados europeos, uno por cada país de la Unión, formaron un comité de “Padrinos Europeos de los Desaparecidos Uruguayos” con el objetivo de que se “conozca la verdad sobre las desapariciones, que se entreguen los cuerpos de los desaparecidos a sus familias y que los militares responsables de esos crímenes atroces no queden impunes”. En especial, mencionaron el caso de la nuera del poeta. “El presidente uruguayo, que tiene el mérito de haber validado la investigación que permitió encontrar a la hija de María Claudia, dispone de todos los elementos –circunstancias del asesinato, nombre de los militares responsables y lugar donde estaría enterrada– para encontrar rápidamente el cuerpo”, dijeron.
En la Argentina, el titular del bloque del PJ de Diputados, Humberto Roggero, y el jefe de la bancada de senadores de la UCR, Carlos Maestro, adhirieron al pedido. “Es imprescindible el esclarecimiento de los hechos vividos en Uruguay como una forma de reconstruir una sociedad basada en los principios de la verdad y la justicia. Es fundamental que todos los uruguayos colaboren en la búsqueda del cuerpo de María Claudia, su hallazgo será un símbolo de vital importancia para todos los familiares de uruguayos desaparecidos”, expresó Roggero.