“¿Sobre qué porcentaje del presupuesto podremos discutir?”, “¿Por qué hay que hacer estas reuniones, si en la zona ya funcionan las asambleas barriales?”, “¿Qué va a hacer el Gobierno si decidimos algo y un funcionario no lo ejecuta por razones políticas?” Con muchas preguntas, propuestas y una mezcla de desconfianza y expectativa, unos 200 vecinos participaron del primer encuentro del Plan de Presupuesto Participativo, que se realizó el viernes en la escuela “Mateo Bas” del barrio de Balvanera. El evento inauguró el primero de los 74 foros que debatirán y decidirán las prioridades en la asignación de partidas presupuestarias para el año que viene.
La reunión comenzó con un plenario, donde el secretario de Descentralización del Gobierno de la Ciudad, Ariel Schifrin, describió los principales lineamentos del proyecto. “Buscamos que estos encuentros queden como un espacio de participación popular, cuanto antes los vecinos se apropien de la propuesta y elijan sus delegados, los funcionarios nos vamos a ir retirando”, declaró. Pero los vecinos rompieron la pasividad bastante pronto, y a los pocos minutos comenzaron a interrumpirlo. “En la ciudad de Buenos Aires existen un montón de asambleas barriales y yo quisiera saber por qué hay que hacer otras paralelas”, interrogó una de las asistentes. Y a partir de ahí empezaron a llover las preguntas y los cuestionamientos. Una de las principales inquietudes de los vecinos fue saber en qué medida serían respetadas sus decisiones. “Estamos hartos –dijo un integrante de una organización no gubernamental del barrio– de hacer proyectos y que los funcionarios de turno terminen decidiendo no hacer nada.”
Schifrin aclaró que, en una primera etapa, unos 15 foros deberán establecer prioridades en la asignación de recursos públicos del presupuesto que se está ejecutando. Luego, en la segunda parte, se crearán unos 58 foros adicionales, y se discutirá el diseño del presupuesto del año próximo. El funcionario resaltó que el Gobierno de la Ciudad se comprometió a incluir en el presupuesto (que debe entregar el primero de setiembre) las modificaciones hechas durante el proceso, aunque aclaró que la Cámara de Diputados de la ciudad no está obligada a respetarlas.
“Hoy la propuesta es vinculante para el Gobierno, pero no para la Legislatura, aunque en general los diputados votan sin muchas modificaciones la propuesta que entrega el Ejecutivo”, aclaró Schifrin. En el patio de la escuela también estuvieron presentes los legisladores Juliana Marino, Víctor Santamaría y Silvia Golera, quienes participaron del debate y aseguraron que la iniciativa no será ignorada.
Luego del plenario inicial, que duró mucho más de lo previsto por la insistencia de los vecinos en seguir la discusión con los funcionarios, los asistentes se dividieron en 6 comisiones temáticas: Mantenimiento Urbano, Educación, Salud, Desarrollo Social, Desarrollo Económico y Medio Ambiente. Cada una contó con la participación de “facilitadores”, empleados de la ciudad encargados solamente de coordinar y ayudar a que se desarrolle el debate. La idea es que con el tiempo cada comisión elija delegados que participen de plenarios con otros foros de otras zonas, y finalmente en un plenario general de toda la ciudad.
Al final del encuentro las autoridades se mostraban satisfechas, sobre todo porque el “que se vayan todos” no se escuchó en toda la noche. “El desarrollo fue realmente alentador: había vecinos de las asambleas y vecinos comunes. Hubo mucha desconfianza, hubo cuestionamientos, pero nadie rechazo el presupuesto participativo”, declaró. Y terminó afirmando que “va a llevar mucho tiempo el cambio de mentalidad de la gente, que se acostumbre a participar y a discutir, pero lo importante es que finalmente se comenzó a recorrer el camino hacia eso”.