Su ingreso al gabinete no va a causar el asombro que provocó la designación de Felisa Miceli. Más bien lo contrario. Pero contribuirá a confirmar la última tendencia del Gobierno: el nombramiento de hombres propios, de confianza del Presidente, sean santacruceños o no. Porque Daniel Varizat, de él se trata, cumple con las condiciones que lo hacen un pingüino perfecto. Nació en Santa Cruz (podría ser patagónico por adopción y no habría problema, como el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, cordobés, o el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, nacido en Pergamino), es hincha de Racing y conoció a Néstor Kirchner en los ’70, cuando ambos estudiaban Derecho en La Plata. A partir de mañana, Varizat será subsecretario general de la Presidencia, cargo que ocupó hasta hace días el ahora diputado Carlos Kunkel.
Varizat es un invitado permanente en los actos presidenciales. Hasta el 10 de diciembre asistía en calidad de diputado. Ahora lo hará como el segundo del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. El Presidente le tomará juramento mañana.
El cargo en el que desembarcará Varizat está más vinculado con la estrategia política que a la gestión cotidiana. Al menos ése fue el perfil que le impuso Kunkel durante su gestión. Desde ese puesto inició la campaña por Cristina Fernández de Kirchner senadora, primero instalándola en los medios y luego como uno de los arietes de la cruzada antiduhaldista en la provincia de Buenos Aires.
Varizat es un comodín del kirchnerismo. Hace unos meses, su nombre sonó como uno de los candidatos naturales para reemplazar a Icazuriaga en la SIDE. Pero el cambio no se produjo y Varizat completó su mandato. Como otros funcionarios del Gobierno, Varizat es un exponente de los cambios bruscos del justicialismo. En un reportaje con Página/12, reconoció haber apoyado a Carlos Menem “por lo menos hasta que cumplió su primer mandato”. “Pensábamos que no había otro camino y que había que posicionarse para luego cambiar el rumbo y volver al peronismo. Yo me desengañé al día siguiente que (Menem) asumió su segundo mandato”, dijo.
Orgulloso de sus orígenes, Varizat dice que está contento por el ascenso de dirigentes que “hicieron toda su carrera política en Santa Cruz” (en referencia a Cristina Kirchner). Tampoco oculta la relación cercana que construyó con el Presidente desde principios de los ’70. “Eramos hinchas de Racing. Lo íbamos a ver cuando jugaba en La Plata. Como no ganábamos nunca, nos dedicamos a la política. No nos fue mal”, contó en aquella entrevista.
Con el desembarco de Varizat, quien terminó su mandato de diputado hace dos semanas, se empieza a completar el organigrama del Ejecutivo en sus segundas líneas. Todavía falta designar al secretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, porque el funcionario del área, Luis Ilarregui, fue electo diputado por el Frente de la Victoria. Otro de los puestos que estaba vacante, la Secretaría de Interior, también de la cartera de Aníbal Fernández, se ocupará en pocas horas. La subsecretaria Silvina Zabala reemplazará en el cargo a María Teresa García, quien ingresó como diputada tras las renuncias del canciller Jorge Taiana y Sergio Massa, titular de Anses. Zabala jurará mañana junto con Varizat.