Elisa Carrió ganaría hoy en los dos escenarios de ballottage que aparecen como probables, aunque todavía uno de cada tres ciudadanos se inclinaría por un voto bronca –impugnaría la boleta, no apoyaría a ningún candidato o directamente no iría a votar– lo que puede influir en el conteo final porque esos ciudadanos enojados serían una especie de árbitro en la carrera presidencial. En una primera vuelta, Carrió se impondría por poca diferencia sobre Adolfo Rodríguez Saá, mientras que Carlos “Lole” Reutemann se ubica en el tercer lugar. Pero en un ballottage, el Lole parece tener más receptividad porque capta votos de otros sectores, tal vez más de centroderecha, y por ello le planta más batalla a Carrió.
Las conclusiones surgen de la encuesta realizada por la consultora Research International-Analogías, que lidera la socióloga Analía del Franco. El trabajo es nacional y de gran envergadura ya que abarcó 1500 personas, seleccionadas al azar y entrevistadas en sus domicilios de Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Córdoba, Río Cuarto, Rosario, Tucumán, Mendoza, Salta y otras 20 localidades del resto del país. En el sondeo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Se trata entonces de uno de los estudios de mayores dimensiones y precisión que se realizaron en los últimos tiempos. De todas maneras debe aclararse que la situación es muy cambiante, que ni siquiera está claro cuándo habrá elecciones y que la performance del PJ dependerá mucho de la forma en la que Duhalde deje el gobierno, así como un error o un acierto pueden empeorar o mejorar la situación de otros candidatos.
Lo más novedoso tiene que ver con los escenarios de ballottage planteados por Research-Analogías. Como se ve, en una primera vuelta podría producirse un fenómeno parecido al que ocurrió recientemente en Francia, donde el voto se dispersó muchísimo entre distintas alternativas. Eso llevó a que compitieran en el ballottage dos candidatos que sacaron no más del 20 por ciento de los votos. La enorme disconformidad con los dirigentes políticos argentinos hace posible que lo ocurrido en Francia se repita aquí: Carrió encabeza el listado de candidatos, pero sólo recoge el 17,6 por ciento de las preferencias.
Esto significa que tal vez con poco se puede llegar a la segunda vuelta y por ello la consultora ensayó con dos eventuales escenarios de ballottage. Carrió contra Rodríguez Saá y Carrió contra Reutemann.
- En la carrera entre la dirigente del ARI y el ex gobernador puntano, Carrió establece más diferencias (35,8 a 29,4). Es que aquí entra a jugar el desplazamiento de los adherentes a los otros candidatos. Por ejemplo, es posible que Rodríguez Saá no retenga alguna parte de los que votaban a otros candidatos del justicialismo y que, por ejemplo, parte de los que apoyaron a Reutemann en una eventual primera vuelta en ese ballottage se sumen a la franja del voto-bronca (34 por ciento) que dice que no votaría a ninguno de los dos o que está dispuesta a impugnar su voto. Es probable que el voto bronca en un ballottage Carrió-Rodríguez Saá sea esencialmente de centroderecha, o sea ciudadanos que respaldan a Reutemann, Macri, López Murphy o Menem.
- El panorama sería un poco distinto en un ballottage entre Carrió y Reutemann, donde el ex corredor de Fórmula Uno se acerca más a la postulante del ARI. Sucede que el Lole recoge los votos de centroderecha y al mismo tiempo puede ser que pierda algo del respaldo de quienes se consideran peronistas-nacionalistas, más en la línea de Rodríguez Saá. Da la impresión de que en este caso los que dicen que no van a votar a ninguno o impugnarán su sufragio provendrán más de quienes estén a la izquierda de Carrió y de un sector del peronismo bonaerense, sobre todo ubicado en las franjas de menos recursos. En el estudio de Research-Analogías hay una especie de diagnóstico sobre cada uno de los candidatos que aparecen con más posibilidades:
- “Carrió es la búsqueda de un futuro, de una ilusión. Se la percibe como honesta, igual que a Luis Zamora, esperanzadora, y hay una identificación con la manera en que describe la realidad actual. Esos atributos logran neutralizar la falta de aspectos relacionados con experiencia, gestión o credibilidad de los planes para salir de la crisis. Tiene fuerte respaldo en Capital Federal, pero también en el Gran Buenos Aires y en el interior del distrito bonaerense. Está un poco más floja –pero no mucho– en el interior del país. Arrasa entre las mujeres y las adhesiones son parejas en los niveles económicos altos, medios y bajos. Recoge mucho votos que anteriormente fueron al radicalismo.”
- “Rodríguez Saá prevalece por su temperamento emprendedor, decidido y fuerte y prevalece además su eficaz gestión provincial y sus propuestas -señala el informe de Research-Analogías–. El puntano tiene muy buena llegada en los sectores de menores recursos y, además, retiene buena parte del voto peronista tradicional. Curiosamente, le cae mejor a los radicales que Reutemann, es más apoyado por las mujeres que por los hombres y también pega mejor entre los jóvenes que entre las personas de más edad.”
- “Reutemann también concentra entre las razones que sostienen su voto un reconocimiento a su experiencia y gestión ejecutiva y desde el punto de vista de los atributos aparecen la seriedad y sobre todo la honestidad personal y de gestión –dice la evaluación firmada por Del Franco–. El gobernador santafesino parece un candidato que recoge adhesiones equilibradas: sus votantes están en todas las edades, hay un poco más de hombres que de mujeres, tiene repercusión muy similar en las franjas de clase media y más pobres, aunque su fuerte está en el interior del país y su mayor debilidad por ahora se ubica en el conurbano bonaerense.”
Igualmente, la llave de un eventual ballottage estará en ese 33 por ciento de personas que se mantienen en el voto bronca. Es muy posible que en una segunda vuelta muchos de esos ciudadanos cambien de opinión y terminen apoyando a alguno de los dos candidatos en la recta final. Ese voto-bronca puede provenir del centroderecha como ya se ha visto reiteradamente con ex adherentes al cavallismo o a la vieja UCeDé, figuran en el voto-bronca también ex votantes del justicialismo y, sin dudas, de la UCR. Se mezclan allí progresistas y partidarios de la mano dura, pero también tendrán máxima importancia las tendencias que aparezcan en las provincias.
Del Franco cierra su análisis con un diagnóstico de lo cambiante de la situación, pero también afirma que la gente ya mira la carrera electoral: “A modo de síntesis cabe decir que la continua sensación de riesgo económico, social y político que vive la sociedad, agregada al total rechazo de la clase política y la falta de un escenario electoral firme, no son obstáculos para que la población logre vincularse sinceramente con los potenciales candidatos a presidentes. De todas maneras, hay desánimo y búsqueda de una ilusión. La gente no encuentra explicación al deterioro y quiere volver a la normalidad, vivir sin sobresaltos.”