Los radicales Rodolfo Terragno y Leopoldo Moreau coincidieron ayer en el rechazo a la idea de armar un foro opositor al gobierno de Néstor Kirchner: mientras el senador sostuvo que un conglomerado de esas características sería “contraproducente” y advirtió sobre el “peligro” de una “oposición heterogénea”, el ex diputado opinó que “el radicalismo debe ejercitar la oposición, pero sin resucitar a los personeros políticos de un establishment que felizmente está en retroceso y en vías de ser definitivamente derrotado”.

“En vez que llorar por la hegemonía, es necesario que los sectores más progresistas de la oposición se unan detrás de un plan de desarrollo económico y social”, remarcó Terragno y se mostró contrario a la propuesta del titular de Recrear, Ricardo López Murphy, de conformar un foro opositor: si bien aclaró que no se opone a debatir “modos de fortalecer las instituciones”, evaluó necesario “evitar la formación de un grupo heterogéneo opositor que resulte contraproducente y termine ayudando al peronismo”. “Tenemos un gobierno sin plan, que vive peleándose con todo el mundo y no sabe qué va a hacer cuando cambien los precios internacionales y el dólar real termine de deteriorarse”, añadió.

También Moreau rehusó unirse a otras fuerzas en un espacio opositor y dijo: “El sectarismo y el verticalismo del populismo gobernante no se combate con una oposición boba, encarnada por Macri, Carrió, López Murphy o Patricia Bullrich, que un día critica por izquierda y las más de las veces por derecha, pero que carece de propuestas y, por lo tanto, sólo es funcional a los que intentan restaurar el modelo neoliberal.”

Moreau indicó, además, que “el país merece tener otra alternativa”. Su propuesta es “reunir lo mejor de la historia y de las tradiciones del radicalismo, el socialismo y el peronismo para construir un espacio socialdemócrata que consolide los avances y profundice los cambios evitándole a la sociedad argentina un nuevo fracaso”. Y agregó que “no basta con ser oposición. Hay que llegar a ser gobierno. Este es el desafío que los radicales tenemos que encarar en el 2006”.