“Antes que nada –aclara en el arranque Julio César Strassera– reglas claras: que salga todo lo que digo, incluso si por ahí insulto a alguna persona.” En el reportaje a Página/12, el defensor de Aníbal Ibarra no llega a tanto pero se crispa por lo que considera “una maniobra del macrismo” para destituir al jefe de Gobierno porteño, y reitera una y otra vez que el juicio político está plagado de “irregularidades”. “Entonces se respetaron las formas y en ese sentido fue más fácil”, reflexiona Strassera al comparar su trabajo de fiscal en el Juicio a las Juntas con la defensa de Ibarra. Y critica también a los familiares de las víctimas de Cromañón: en 1984 “no hubo un solo pariente que fuera a amenazar a los jueces ¡y hubo absueltos!”. A dos días del comienzo de las audiencias, Strassera reconoce que “Ibarra tiene responsabilidad política, pero eso se juzga en las elecciones”.

–¿Cómo piensa convencer a los legisladores de que Ibarra no debe ser destituido?

–Este juicio es una cosa insólita; es una maniobra del macrismo con una comisión investigadora presidida por Fernanda Ferrero, que era socia de la sociedad que tenía Massera para apoderarse de los bienes de los cautivos, y una Sala Acusadora presidida por el embajador ante el Vaticano de la dictadura, Santiago de Estrada. Me sorprende que gente liberal y progresista haya entrado en esta maniobra que no tiene precedentes. La extrema izquierda, en cambio, siempre fue funcional a la derecha; no hay que olvidarse que el PC defendía a Videla. Se está buscando un chivo expiatorio. ¿Quién fue el que tiró las bengalas?, ¿quién fue el que dejó la puerta de escape cerrada con candado?, ¿quién dejó chiquitos de dos años encerrados en el baño? No fue Ibarra, pero es el culpable.

–¿Le parece que si el juicio político está armado para destituir a Ibarra, como usted dice, su defensa será suficiente?

–Voy a mostrar las pruebas y que ellos después fallen. Ha habido irregularidades de toda índole. Fíjese: aun en un juicio político hay que respetar las mínimas garantías que se establecen para los procesos judiciales. Tengo derecho a que me juzgue un juez que no adelante opinión; el señor (Gerardo) Romagnoli prejuzgó y no sólo me rechazaron la recusación, sino que le permitieron a él votar su propia recusación. El señor Héctor Bidonde prejuzgó públicamente, además con un vocabulario soez; no me asustan las palabrotas, pero estamos en un tribunal; me puedo bancar a un mal actor pero a un mal educado no. Tampoco se sabe cuáles son los cargos porque no tienen los 30 votos; esto es el ABC del derecho de defensa: para uno defenderse hay que saber de qué es acusado.

–¿Qué papel le asigna a De Estrada en el proceso de juicio político?

–Tuvo una enorme complicidad en urdir esta maniobra. El día en que se aprobó la suspensión de Ibarra, un presidente con autoridad hubiera mandado a desalojar la sala o dispuesto reunirse en otro lado y votar. Lo que hizo fue llamar a un cuarto intermedio de cuatro días para tener tiempo de que se apretara al Chango Farías para que diera el voto 30.

–¿Quién apretó al Chango Farías Gómez?

–Los familiares, y De Estrada les dio tiempo para apretarlo.

–Algunos legisladores de la oposición dicen que usted inventa, que no recibieron ninguna presión.

–Puede ser que los legisladores de la Sala Juzgadora no hayan sido apretados, pero sí apretaron a los de la Sala Acusadora.

–Usted dijo que los familiares buscan un chivo expiatorio para lavar sus culpas. ¿Qué culpas?

–Que hayan permitido ir a chicos de 14 años o a parejas jóvenes con chiquitos de 2 años, para tirarlos en un baño ¿no es responsabilidad? A la famosa comisión investigadora fue una madre que se le había muerto la hija y se preguntó si no debió haber sabido adónde iba su hija para no dejarla ir; la insultaron, le dijeron “cuánta plata te dio Ibarra”, como si una mujer con una hija muerta fuera a mentir por plata. Nunca hubo responsabilidad del jefe de Gobierno en un episodio de esta naturaleza y hay casos a montones.

–¿Por ejemplo?

–Cuando explotó el polígono de tiro en Uruguay y Corrientes; estaba mal habilitado y a nadie se le ocurrió llamar ni como testigo al intendente porque él no puede saber lo que hace un inspector que habilita mal. Cuando se cayó la estatua del Paseo de la Infanta mató una chiquita; ¿a alguien se le ocurrió llamar al intendente? Mucho más atrás, la Puerta 12 en River. Respeto el dolor de quien ha perdido un hijo porque es una cosa muy grave, pero hay que ser más medido y enfocarse a los verdaderos culpables.

–¿Y quiénes son los verdaderos culpables?

–El que cerró la puerta con candado para evitar que se colaran. Los que tiraron las bengalas. No voy a defender yo a Chabán, pero está filmado que sale a pedir por favor que no tiren bengalas porque va a ser como el desastre de Paraguay y el público le grita “botón, botón”. La policía, que permitió el ingreso de mayor cantidad de público que el aceptable. Ibarra tiene responsabilidad política, pero eso se juzga en las elecciones.

–¿Por qué no recurrieron a la Justicia frente a las irreguralidades que usted e Ibarra denuncian?

–Porque se las tengo que plantear primero a la misma Sala Juzgadora para que las resuelva; vamos a ver qué me dicen. Han violado ellos mismos la propia Constitución.

–Evidentemente hay un problema político porque usted insiste con que hay irregularidades y a los legisladores se los ve convencidos de lo que están haciendo.

–Por supuesto que hay un problema político.

–¿Y entonces?

–Ah..., eso lo tienen que resolver los políticos, pero respetando la verdad y el derecho de defensa, no inventando.

–En función de todas las irregularidades que dice que hay en este juicio político, ¿defender a Ibarra le está resultando más complicado que su trabajo como fiscal en el Juicio a las Juntas?

–La otra era más larga y complicada, pero entonces se respetaron las formas y en ese sentido fue más fácil. No hubo un solo pariente que fuera a amenazar a jueces ¡y hubo absueltos!; yo acusé a todos, pero la Cámara absolvió. Y aquello no fue una desgracia; le hacían desaparecer un hijo, lo torturaban, lo enterraban como NN o lo tiraban vivo al agua. Los familiares tenían motivos y no hubo ni un solo acto de venganza.

–Si la Sala Juzgadora destituye a Ibarra, ¿van a recurrir a la Justicia?

–Sí, a todas las justicias posibles, pero todavía tengo esperanza de que los legisladores reflexionen.