“Sentí que usted me faltó el respeto”, le lanzó la legisladora Florencia Polimeni al titular de la sala, Julio Maier, cuando la cortó en una pregunta. “Me disculpo por mi temperamento”, le contestó el juez y se puso paternal: “Le aseguro que la aprecio, aunque a usted no le guste”. Cansada de que tengan contemplaciones porque está embarazada, ella volvió a la carga: “Mi estado es de perfecta salud, le pido que no lo mencione”. Cuando Polimeni volvió a interrogar, Maier trató de hacer las paces:

–No sabe cómo me alegro de que pregunte, si no me iba a ir mal a mi casa. Ustedes no saben, yo muchas veces no puedo descansar después.

–Será que lo persigue la culpa machista cordobesa –bromeó Polimeni.