El suspendido jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra sostuvo que el proceso en su contra desconoce la existencia de una cadena “jerárquica” de responsabilidades y acusó a sectores políticos de la oposición de “juntar legisladores para voltear” su gestión.

Ibarra insistió con su posición de que el juicio político que se le sigue por presunto mal desempeño en el marco de la tragedia de Cromañón tiene aspectos “profundamente inconstitucionales” y le volvió a reclamar a los líderes políticos de la ciudad, como Mauricio Macri y Elisa Carrió, que fijen posición públicamente. “No estoy siendo juzgado por jueces, sino por legisladores, por los que pidieron el voto Macri, Carrió... y ahora guardan silencio para no confrontar con la sociedad porque no quieren pagar el costo y pretenden que se salpique Ibarra”, afirmó el funcionario refiriéndose a sí mismo.

También cuestionó que se esté juzgando su accionar durante su primer mandato que finalizó en mayo de 2005 porque la tragedia de Cromañón ocurrió a fines de 2004, cuando “fue ratificado en las urnas con el 53 por ciento de los votos”. En declaraciones radiales afirmó que “eso es profundamente inconstitucional. Me alarma el silencio o la pasividad de muchos liberales de la política ante la reapertura de la discusión de un mandato. Así, va a importar más cuántos legisladores consigo para voltear un gobierno que cuántos votos saco”.

El suspendido jefe de Gobierno porteño señaló que las acusaciones en su contra desconocen la existencia de una cadena jerárquica de responsabilidades y de estamentos intermedios que son informados y toman decisiones sin que llegue al jefe de Gobierno. “En este juicio me reclaman como si yo fuera inspector, médico o bombero. Hay un jefe de Gobierno, un jefe de Gabinete, un ministro, subsecretario y un director general”, describió.