Lanzado como precandidato a presidente del justicialismo, el santacruceño Néstor Kirchner no pierde oportunidad en diferenciarse de los demás gobernadores del PJ, a quienes considera “malos administradores”. Ayer recurrió de nuevo al mismo argumento: criticó a los que “no saben administrar correctamente” y pidió que las provincias puedan “quebrar” –como sucede con las sociedades anónimas– para castigar a las “malas administraciones” que apelan a los bonos y al endeudamiento externo.
“Estoy cansado de pagar los platos rotos por otros que no saben administrar correctamente”, dijo ayer Kirchner en un acto proselitista en Quilmes, en el sur del conurbano. “Argentina falla social y económicamente porque su sistema político no tiene un régimen de premios y castigos y entonces da lo mismo administrar bien una provincia que tener un alto nivel de endeudamiento y emitir bonos para saldar cuentas”, argumentó.
Además, el gobernador patagónico, que desde hace un mes recorre el país haciendo campaña, aprovechó la ocasión para criticar a Eduardo Duhalde, un viejo aliado que se convirtió, luego de asumir la Presidencia, en el destinatario de casi todas sus críticas. Ayer, por ejemplo, Kirchner acusó al Gobierno de aplicar “una metodología de extorsión y presión con los gobernadores que planteamos diferencias y nos negamos a firmar el pacto bilateral con la Nación, una de las exigencias del Fondo Monetario”.