“Cuando se dice que la ciudad de Buenos Aires tiene mal la calle y el pavimento, yo lo admito, pero prefiero discutir eso y no que los chicos no estén yendo a la escuela o que la gente no se pueda atender en los hospitales. Y sí, me siento muchas veces desbordado, no yo como Aníbal Ibarra, sino como Gobierno”, aseguró el jefe de Gobierno porteño.
El frepasista formuló estas declaraciones ayer, en diálogo con Radio La Red y Rock & Pop, en un día en que se animó de hablar de casi todo. Las definiciones más fuertes se vincularon a su gestión y a las críticas que recibe. “Me tocó estar al frente en uno de los peores momentos de la Argentina, pero hay una cuestión de responsabilidad. Lo de los baches es cierto, pero por la crisis no olvidamos ni dejamos de hacer los esfuerzos para dar respuesta a los que más lo necesitan”, aseguró.
“Cuando los hospitales de gran parte de la Argentina se han caído, los 33 hospitales de la ciudad de Buenos Aires, todos los centros de salud, mal, bien, con esfuerzo o con algunas carencias de insumos, están funcionando. Esto significa que hay un tercio de la población argentina que descansa su atención en salud en la ciudad, que lo cubre con sus propios recursos que cada vez son menos, porque por la situación hace que cada vez se pagan menos impuestos. Además, estamos dando de comer a más de 130 mil personas; no hay situaciones conflictivas con los docentes; la ciudad resolvió bien el tema de las inundaciones, manteniendo limpios los desagües fluviales, con gente en la calle, desarrollo y gran impulso al turismo”, agregó.
En cuanto a sus ambiciones de reelección, Ibarra sostuvo que “presentarse o ponerse el traje de candidato es como darle una cachetada a la gente. Mi obligación es gobernar la ciudad de Buenos Aires y no perder de vista las estrategias de mediano y largo plazo”. De todos modos, no se privó de cuestionar a su posible adversario, Mauricio Macri. “Todavía no ha confirmado si quiere ser candidato, pero puede ocupar el rol que ocupó Cavallo de ser el candidato de los sectores empresarios”, disparó.
Finalmente, el jefe de Gobierno porteño se refirió a la situación del Gobierno Nacional y el panorama electoral. Consultado sobre la posibilidad de anticipar las elecciones, dijo que “no se puede pensar en un escenario electoral porque en la Argentina de hoy el largo plazo son dos meses y nadie sabe, en este contexto, si vamos a llegar. Un país no puede cambiar al Presidente cada mes, cada semana o cada cuatro meses”. Y, cuando le preguntaron por Elisa Carrió, dijo que “es una de las más importantes dirigentes” del país, pero agregó que su desafío “es formar una fuerza política con capacidad de gobierno que además de canalizar la bronca pueda ser una posibilidad de poder concreta”.