EL PAíS
› KIRCHNER ABRIO UN DEBATE SOBRE LA CONFORMACION DE UN “POLO PROGRESISTA”
“Para mí el ARI está en el horizonte común”
Reconoció que no hubo conversaciones, pero por primera vez planteó la necesidad de articular “un gran frente nacional y popular”. Cerca de Elisa Carrió creen que es una maniobra para la interna, pero la diputada se negó a comentar el tema. Kirchner mantiene buenas relaciones con algunos dirigentes del Frepaso y el propio Ibarra.
› Por José Natanson
Ayer, por primera vez, Néstor Kirchner admitió que su proyecto presidencial prevé una articulación con otras fuerzas en un gran frente nacional y popular. Y, aunque dijo que no hubo conversaciones, reconoció que “el ARI está en el horizonte común”. Cerca de Elisa Carrió desmintieron cualquier alianza con el gobernador de Santa Cruz. Sin embargo, ante una consulta de Página/12, la diputada se negó a hablar sobre el tema.
Hasta ahora, Kirchner ha cerrado alianzas en la provincia de Buenos Aires con algunos dirigentes del Frepaso, como Eduardo Sigal o Alejandro Mosquera, y habla regularmente con Aníbal Ibarra. Es más: dos años atrás llegó a analizar con el jefe de Gobierno porteño la posibilidad de lanzar un frente en la ciudad que incluyera a su mujer, la senadora Cristina Fernández.
Se trata, sin embargo, de contactos inorgánicos, que nunca llegaron a plasmarse en alianzas electorales concretas. Por eso son significativas las declaraciones que formuló ayer, en las que cuestionó duramente la estrategia justicialista y planteó la construcción de un frente con otras fuerzas políticas. Por primera vez, el gobernador de Santa Cruz habló de articular un “polo progresista”, no con dirigentes aislados, sino con otras fuerzas políticas, entre las que incluye al ARI de Elisa Carrió
La decisión de Kirchner se explica básicamente por las dificultades para imponerse en la interna del PJ, cuya estructura continúa bajo el control de los jefes políticos de las provincias más grandes: el bonaerense Eduardo Duhalde, el santafesino Carlos Reutemann y el cordobés José Manuel de la Sota.
Esta realidad excluye de los núcleos de decisión del peronismo a los gobernadores de los distritos más chicos. Algunos, capitaneados por el salteño Juan Carlos Romero, han intentado unir sus intereses en un frente federal, del que Kirchner quedó afuera por sus antecedentes antimenemistas. Otros, como el puntano Adolfo Rodríguez Saá, se dedican día y noche a la construcción de una candidatura que probablemente termine compitiendo contra el postulante oficial del PJ.
Acorralado por una interna que lo margina, Kirchner no habla –por el momento– sobre la posibilidad de romper con su partido, pero es consciente de la situación interna y busca nuevos horizontes a través del diálogo con sectores por fuera del peronismo.
Dos semanas atrás, Página/12 anticipó que, entre los múltiples consejos que Chacho Alvarez le hacía llegar a Carrió, figuraba la idea de sumar a Kirchner a la fórmula del ARI como candidato a vicepresidente. Para el ex jefe del Frepaso, la incorporación del gobernador de Santa Cruz le permitiría a la chaqueña responder a los argumentos sobre la supuesta incapacidad de gestión de su partido: el mayor capital político de Kirchner es una provincia próspera y con las cuentas en orden después de diez años de gestión.
Pero en el ARI no todos están de acuerdo con esta hipótesis. “La verdad es que hasta el momento no se habló del tema. La prioridad, hoy, es construir el partido y la candidatura de Lilita, y no buscar alianzas”, explicaba ayer una legisladora cercana a Carrió.
El riesgo, para muchos integrantes del ARI, es caer en el facilismo de las alianzas entre dirigentes de primera línea, que tienen mucho impacto mediático pero que a menudo terminan pervirtiendo el sentido original de la propuesta. “No queremos que nos pase lo que pasó con el Frepaso, que hizo muchas alianzas muy rápido, que muchas veces terminaron jugándole en contra”, asegura un diputado del ARI. ¿Cómo evitar el mismo error, como distinguir los aliados posibles? Para el legislador, la respuesta es trabajar primero en acuerdos programáticos y recién después conformar alianzas entre dirigentes. “Es el único camino”, asegura. Hay un último elemento que conspira contra una alianza entre Carrió y Kirchner: cerca de la chaqueña creen que las declaraciones del gobernador apuntan en verdad a la interna peronista, y que no tiene intenciones reales de buscar alianzas por fuera de su partido. “Aprieta con que va a romper para presionar hacia adentro”, analizan.
En cualquier caso, Carrió no ha descartado la posibilidad de incluir a Kirchner en sus planes. Ayer, la diputada se encontraba en Salta, en tránsito de Tilcara a Purmamarca, con el imponente paisaje de montañas coloridas de fondo, en una de las visitas que realiza los fines semana para impulsar la construcción del ARI en las diferentes provincias. Este diario se comunicó con una colaboradora que viajaba junto a Carrió para consultarla por las declaraciones de Kirchner. Y la chaqueña –a pesar de los reparos y las sospechas de los dirigentes del ARI– se negó a dar una definición categórica sobre el asunto.
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